Talibanes quieren dirigirse al mundo desde la vitrina de la Asamblea General de la ONU
Nombraron a un embajador para que los represente en la sesión 76° de la reunión.
Los líderes del grupo fundamentalista Talibán han solicitado formalmente un espacio para dirigirse al mundo desde la tribuna de la 76° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), celebrada entre el 20 y el 24 de septiembre en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Después de negarles la voz y la participación a las mujeres afganas dentro del nuevo gobierno interino, la dirigencia del Emirato Islámico de Afganistán ha pedido de forma abierta que se respete el derecho de este país de Oriente Medio a tener una voz ante la ONU y han nombrado a un nuevo representante del grupo para que asista a la reunión en representación de los talibanes.
Nuevo embajador de los talibanes ante la ONU
Según la agencia de noticia árabe Al Jazeera, el gobierno Talibán nombró hoy al encargado de las negociaciones de paz en Doha, Mohammad Suhail Shaheen, como el nuevo embajador de Afganistán ante las Naciones Unidas, un puesto que actualmente ocupa Ghulam Isaczai, el portavoz designado por el depuesto presidente Ashraf Ghani.
En un carta dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, el nuevo canciller del Gobierno Talibán, Amir Khan Muttaqi, solicitó que se permita la acreditación del representante designado por los talibanes para que este pueda viajar a Nueva York y hablar en la Asamblea General del organismo.
Sin embargo, es muy poco probable que la comisión de los talibanes pueda presentarse de forma oficial ante la sede de la ONU, ya que el proceso para la acreditación de los funcionarios suele demorar varios días.
Además, la decisión de permitir o no la participación de los talibanes en la ONU será sometida a debate dentro de los próximos días por un comité internacional compuesto por nueve países, incluidos China y Estados Unidos.
Desde que los talibanes llegaron al poder el pasado 15 de agosto, los líderes del grupo han buscado el reconocimiento internacional de su Gobierno interino, por lo que una eventual participación ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sería la catapulta que estos necesitan para consolidarse como Estado.
