Brasil se prepara para una jornada de alta tensión: las claves de la crisis impulsada por Bolsonaro
Ya comenzaron las manifestaciones a favor del mandatario en San Pablo, Brasilia y otras ciudades importantes del país.Lejos de ser un día festivo, la jornada por el Día de la Independencia en Brasil se vislumbra tensa. Las manifestaciones impulsadas por el propio presidente Jair Bolsonaro ya comenzaron a tomar forma en Brasilia, mientras gran parte del país observa recelosa la posibilidad de que pueda producirse una ruptura institucional. Aquí las claves.
El ataque al sistema electoral
En julio, el mandatario brasileño comenzó a agitar fantasmas de fraude electoral de cara a las elecciones de 2022. Según Bolsonaro, las urnas electrónicas que se usan en Brasil ininterrumpidamente desde la década de 1990 son frágiles y fácilmente hackeadas, por lo que insistió en que se agregue el llamado “voto impreso”, es decir, un comprobante de la votación.
En este sentido, Bolsonaro afirmó: “O hacemos elecciones limpias en Brasil o no tendremos elecciones”. Al día siguiente, insultó a un juez del Tribunal Supremo Electoral y comenzó la escalada de ataques tanto a esta institución como a la Corte Suprema. El Congreso votó en contra de implementar el “voto impreso” puesto que, como la Justicia, considera que las urnas ya son debidamente auditadas.
La reacción de la Justicia
El 2 de agosto, la Justicia Electoral decidió por unanimidad comenzar un proceso para investigar las acusaciones sin pruebas hechas por el mandatario ultraderechista de que algunos jueces fraudan las elecciones (a favor de sus contrincantes).
Después, la Justicia Electoral envió una denuncia a la Corte Suprema, quien incluyó a Bolsonaro en una investigación sobre fake news que se lleva adelante en el máximo tribunal. Fue entonces que los ataques del ex capitán del Ejército se volcaron hacia el juez del Supremo Alexandre de Moraes.
Su hora va a llegar. Porque está jugando fuera de las cuatro líneas de la Constitución
Los arrestos que aumentaron la tensión
El pasado 13 de agosto, la Policía arrestó a Roberto Jefferson, un exdiputado, y al cantante Sergio Reis, ambos cercanos a Bolsonaro, en el marco de una investigación sobre una presunta organización criminal dedicada a atacar a las instituciones (y a sus autoridades) y debilitar la democracia. Acto seguido, el mandatario presentó un pedido de destitución de Moraes ante el Senado.
La convocatoria a manifestaciones
Al aumento de la tensión entre los distintos Poderes de Brasil, se sumó la convocatoria a manifestaciones por parte de seguidores de Bolsonaro (e impulsadas por este) para el 7 de septiembre. Las consignas contra la Corte Suprema y el voto electrónico quisieron ser matizadas con llamados a la “libertad” y los “valores”, pero el discurso radicalizado de parte de los bolsonaristas no se esconde.
“Vine a luchar por nuestra libertad, para librar al país de ese bando inmundo de políticos corruptos que están en el Supremo Tribunal Federal. Bolsonaro tiene nuestro apoyo para sacarlos”, afirmó Marcio Souza, desde Brasilia, a la agencia AFP. Otros piden una “intervención militar” que "clausure" el Congreso y la Corte Suprema.
Qué se teme de esta jornada
Uno de los mayores temores de seguridad que circulan en Brasil es que en las manifestaciones van a estar presentes oficiales de la Policía Militar que mostraron su apoyo al mandatario.
Según una encuesta publicada por Globo, el 30% de los policías tenían la intención de acudir a las marchas, pese a que el reglamento les impide manifestarse políticamente aún en sus días libres.