Jair Bolsonaro aseguró que “solo Dios podrá sacarlo de la Presidencia de Brasil”
El país conmemora la independencia con multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del dirigente.
En el marco de la conmemoración por los 199 años de la Independencia de Brasil, el presidente Jair Bolsonaro ha vuelto a cargar enérgicamente contra las distintas instituciones del Estado como la Corte Suprema y el Poder Electoral, a los que acusa de intentar “sacarlo por la fuerza del poder”.
Durante su discurso en la emblemática ciudad de Sao Paulo, el mandatario aseguró que “nunca podrán enviarle a prisión” y se declaró como un “hombre victorioso”; al tiempo que sostuvo que “solo Dios podrá apartarle de la Presidencia de Brasil”.
Quiero decirles a los que intentan volverse en mi contra que yo nunca estaré preso. Mi vida le pertenece a Dios y solo él podrá sacarme del mando.
Más temprano, antes de liderar la movilización de la Gran Avenida Paulista, se reunió con sus simpatizantes en la capital del país, Brasilia, desde donde llamó “canallas” a los miembros del organismo judicial de Brasil y amenazó con “apartarlos de su cargo”, esto tras una serie de investigaciones judiciales que se han emprendido contra Bolsonaro y varios funcionarios de su actual gabinete ministerial.
El que actúe fuera de la ley, deberá encuadrarse o prepararse para irse del poder.
Asimismo, prometió “tomar acciones por su parte” contra el Supremo Tribunal Federal (STF) y la Corte Suprema, quienes han abierto varias causas penales contra los líderes ultraderechistas de Bolsonaro. Se les acusa de filtrar informaciones falsas sobre los poderes del Estado, de mal manejo de la pandemia y de contrataciones irregulares durante su mandato.
Movilizaciones en todo el país
Las fuertes declaraciones de Jair Bolsonaro se dan en el marco de las multitudinarias movilizaciones por el Día de la Independencia que se desarrollan este martes en al menos 30 ciudades del país. Las marchas de este día se dividen en dos grandes bandos: los sectores oficialistas que están a favor del Gobierno bolsonarista y los detractores de su administración.
A pesar de ser un día histórico para el gigante latinoamericano, las concentraciones de este día están enmarcadas en las políticas desacertadas del Gobierno Federal. Movimientos sociales culpan al presidente del gran deterioro económico de la potencia sudamericana, los altos niveles de desempleo en la región, la creciente espiral inflacionaria que afecta los servicios públicos y los productos básicos, y el deplorable manejo de la pandemia del coronavirus que llevó a Brasil a ocupar el segundo puesto del mundo con más muertes por el virus.
