España

Hallaron un tesoro de la época romana en España gracias a un tejón

Se estima que las monedas encontradas en España fueron enterradas en el siglo V.
miércoles, 12 de enero de 2022 · 03:00

Roberto García, un vecino de Berció (Asturias, España), encontró unas monedas en la gruta de La Cuesta, encontró un conjunto de lo que a simple vista eran antiquísimas monedas. Efectivamente, se trataba de un tesoro de 200 monedas de la época romana.

Sin embargo, los investigadores del país ibérico sostienen que no fue el primero que las encontró, sino que el descubrimiento se realizó gracias al trabajo de un tejón durante el crudo temporal provocado por la tormenta Filomena en enero de 2021 en España.

Las monedas encontradas en la gruta de La Cuesta.

Tras el primer vistazo de las monedas, se procedió a excavar aún más y se hallaron, en total, 209 monedas en esta gruta del extremo norte de España. Pese a que el antiguo dinero está muy desgastado, los científicos pudieron identificar que datan de entre los siglos III y V.

La más nueva que pudieron identificar corresponde a una pieza que fue acuñada en la época de Valentiniano III, en el año 430. Por lo que se estima que el tesoro (que, en realidad, se cree que es un tesoro secundario) fue enterrado durante la segunda mitad del siglo V.

Unos arqueólogos trabajan en la gruta de La Cuesta donde escarbó el tejón.

Si esta hipótesis se confirma con los nuevos análisis que se llevan a cabo, se ratificaría la teoría de los arqueólogos de que alguien colocó las monedas allí frente al inminente arribo del pueblo germánico de los suevos que invadió la Península en ese entonces.

 

El “cazador de tesoros” menos pensado

Los científicos que reconstruyeron el hallazgo de las monedas afirman que la historia fue la siguiente: durante el crudo invierno de 2021, a un tejón se le hacía difícil encontrar su comida bajo la nieve espesa, por lo que comenzó a escarbar en una grieta junto a su madriguera.

Los trabajos de los arqueólogos en la gruta.

Pero en ese lugar no encontró lombrices ni nada que pudiera comer, sino inservibles pedazos de metal. Así fue que los dejó donde estaban, aunque ahora en la superficie. Luego, aquel vecino del cacerío de Berció encontró lo que el animal había descartado e informó a las autoridades.

El resto es historia, aunque quizás los investigadores de España deban encontrar de nuevo al tejón para que los ayude a hallar el resto del tesoro.