Un tribunal del Reino Unido permitió que Julian Assange pueda apelar su extradición a Estados Unidos

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, podrá apelar ante la Corte Suprema del Reino Unido la decisión que permitía su extradición a Estados Unidos. Así falló hoy el Tribunal Superior británico.

Ahora, la defensa del periodista australiano tiene un plazo de 14 días para recurrir la decisión ante el máximo tribunal del Reino Unido, que luego tendrá que decidir si acepta o no el recurso de Julian Assange.

“La situación ahora es que la Corte Suprema tiene que decidir si escuchará la apelación, pero no se equivoquen: hoy ganamos”, declaró la prometida de Julian Assange, Stella Moris.

“Pero no nos olvidemos que cada vez que ganamos, mientras no se caiga el caso, mientras Julian no sea liberado, Julian continúa sufriendo”, agregó la abogada sudafricana tras el anuncio del tribunal, donde se congregaron varias decenas de manifestantes a favor del fundador de WikiLeaks.

Julian tiene que ser liberado y esperamos que esto termine pronto.

El caso Assange

Estados Unidos quiere juzgar a Julian Assange por la publicación de cientos de miles de documentos secretos de las Fuerzas Armadas estadounidenses, particularmente, los concernientes a las guerras que impulsó en Irak y Afganistán, de donde se desprendieron graves faltas a los derechos humanos.

Para evitar la extradición, en 2012, Assange consiguió asilo en la Embajada de Ecuador en Londres, cuando Rafael Correa estaba al frente del país sudamericano. Sin embargo, después de que Lenín Moreno asumiera la presidencia, se levantó el asilo del australiano y en 2019 fue detenido por la Policía británica.

Desde entonces, Julian Assange se encuentra con prisión preventiva en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, donde su salud física y mental se deterioró. Tanto es así que, en enero de 2021, una jueza de primera instancia había impedido la extradición.

La magistrada consideró que existía el riesgo de que Assange cometiera suicidio si era entregado a Estados Unidos. Sin embargo, luego, los representantes de Washington aseguraron que no lo ingresarían a una cárcel de máxima seguridad ni lo mantendría en aislamiento, salvo que cometiera un delito posterior.

También se comprometieron a otorgarle el tratamiento psicológico adecuado y que, si se lo encuentra culpable, podría cumplir la sentencia en su Australia natal. Por eso, un tribunal de segunda instancia abrió la puerta a la extradición el mes pasado.