Suiza

Alerta sobre las enormes cantidades de nanoplásticos en la atmósfera: nuevo estudio

Se estima que son más tóxicos que los microplásticos, pero se desconocen sus consecuencias para la salud humana.
martes, 25 de enero de 2022 · 22:30

Científicos del Laboratorio Federal Suizo de Ciencia y Tecnología de Materiales, junto a otros expertos austríacos y neerlandeses, advirtieron sobre la gran cantidad de nanoplásticos que se encuentran en la atmósfera y su capacidad para recorrer miles de kilómetros.

El estudio se centra en Suiza, país que recibe unos 43 billones de estas partículas cada año. Estos nanoplásticos, que miden entre uno y cien nanómetros, representan unas 3 mil toneladas al año.

El plástico disperso en el ambiente se degradada a microplásticos y nanoplásticos.

Los nanoplásticos son tan ligeros que son capaces de trasladarse desde Ginebra hasta los Alpes. Sin embargo, antes de llegar a territorio suizo, recorrieron grandes distancias.

Es que el 10 % de los pequeños fragmentos de plástico encontrados en los Alpes habían cruzado más de 2 mil kilómetros. Algunos inclusive habían salido del océano Atlántico. Es que, muchas veces, los nanoplásticos llegan a la atmósfera a través del rocío de las olas.

Se llama nanoplástico cuando su tamaño es menor a una micra.

Ahora, los investigadores estudian si este tipo de contaminación atmosférica puede llegar a ser una amenaza para la salud humana. Hasta ahora, ya se vio que pueden acceder a la sangre a través de la respiración, pero todavía se desconoce cuáles son los posibles efectos que pueden tener.

 

De dónde salen

La mayor parte de los nanoplásticos surgen a partir de la astronómica cantidad de residuos plásticos que se desechan anualmente en todo el mundo: 4.980 millones de toneladas.

El plástico mayoritariamente encontrado en la Antártida y en el Ártico fue el polietileno (con el que se hacen las bolsas de plástico, las botellas y el film de embalaje).

Sin embargo, los autores de este estudio tienen la hipótesis de que los productos de uso diario, como los envases y la ropa, pueden liberar nanoplásticos, puesto que son tan livianos que su movimiento en el aire es parecido al de los gases. Así es como llegan a todos lados.

Sin ir más lejos, recientemente se publicó una investigación en la que se informaba que los nanoplásticos habían sido también detectados en la Antártida y en el Ártico, dos zonas que se creían que estaban excluidas de la contaminación.