Guinea

Los chimpancés son más parecidos a los humanos de lo que se pensaba: necesitan aprender de otros

Un grupo de científicos suizos llevó adelante un estudio al respecto en Guinea.
miércoles, 26 de enero de 2022 · 03:00

Investigadores de la Universidad de Zúrich, Suiza, demostraron que los chimpancés necesitan aprender comportamientos culturales complejos de otros. En palabras de los científicos, no es que un chimpancé ve una piedra y una nuez y sabe que puede usar la primera para abrir la segunda.

“La cultura de los chimpancés es, entonces, más similar a la cultura humana de lo que usualmente se supone”, indicaron los científicos que estudiaron a los primates en Guinea.

Décadas atrás se descubrió que los chimpancés usan herramientas desde hace 4.300.

La similitud de los chimpancés con el hombre radica en que la cultura compleja de los seres humanos les permite copiar comportamientos de otros. Así, la cultura es acumulativa: las habilidades y las tecnologías se van transmitiendo y se vuelven más complejas o eficientes con el tiempo.

Hasta este experimento, las hipótesis antropológicas se inclinaban por pensar que los chimpancés, en lugar de copiar, reinventaban los comportamientos de forma individual. Sin embargo, las pruebas demostraron lo contrario.

Un chimpancé rompe una nuez con una piedra.

“Nuestros hallazgos en chimpancés salvajes, nuestros parientes vivos más cercanos, ayudan a arrojar luz sobre qué es (y qué no) lo que hace única a la cultura humana”, indicó la profesora Kathelijne Koops, quien lideró el estudio.

“Específicamente, sugieren una mayor continuidad entre la evolución cultural del chimpancé y el humano de lo que normalmente se supone y que la capacidad humana de cultura acumulativa puede haber compartido un origen evolutivo con los chimpancés”, agregó.

Los seres humanos comparten entre el 98 y el 99% del genoma con los chimpancés y bonobos.

 

Cómo fue el experimento

En total, se realizaron cuatro experimentos. En primer lugar, se dispusieron nueces de palma y piedras en una zona que era concurrida por los chimpancés. Después, se agregó un fruto de la palma.

Luego, los investigadores rompieron las nueces y las colocaron encima de unas piedras. Por último, pusieron junto a las piedras una especie de nuez que es más fácil de romper.

El experimento se llevó a cabo en el Monte Nimba, en Guinea.

Durante el experimento, que duró más de un año, los animales exploraron las piedras y las nueces. Sin embargo, ninguno de ellos atinó a romper ninguna nuez, algo que ratificaría la hipótesis de los investigadores de que deben aprenderlo de otro para poder hacerlo.