Chile

Científicos descendieron por primera vez 8 mil metros en la fosa de Atacama: qué fue lo que vieron

La profunda fosa oceánica delinea las costas de Chile y de Perú; nace en la placa de Nazca y se hunde bajo la de Suramérica.
viernes, 28 de enero de 2022 · 20:00

Por primera vez en la historia, tres hombres descendieron hasta las profundidades de la fosa de Atacama, en las costas de Chile y Perú, y que en su punto máximo llega a los más de 8 mil metros bajo la superficie.

La expedición a la fosa de Atacama fue protagonizada por Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano director y subdirector respectivamente del Instituto Milenio de Oceanografía en la Universidad de Concepción, Chile. Ambos científicos llevaban años estudiando esta depresión, pero siempre desde la superficie.

Osvaldo Ulloa y Rubén Escribano

Es que las dificultades técnicas para acceder a las grandes profundidades, como es el caso de la fosa de Atacama, aún son enormes. Sin embargo, el explorador estadounidense Víctor Vescovo puso a disposición la nave con la que logró sumergirse a los cuatro puntos más profundos del mundo en 2019.

 

La exploración.

El primero en acompañar a Vescovo a las profundidades de la fosa de Atacama fue Ulloa. Descender hasta los 8.069 metros les llevó tres horas y media, pero el tiempo transcurrido valió la pena. Al llegar, el estadounidense sobrevoló el terreno y vieron un fondo de grandes formaciones rocosas, pero también vida.

El sumergible utilizado para la exploración, llamado Limiting Factor.

"Nos llamó la atención también la gran cantidad de holoturias, una especie de pepino marino que se ha hallado en otras fosas, pero que aquí estaban presentes con gran abundancia", señaló Ulloa en entrevista con la BBC.

"Pero si hay algo que yo, como microbiólogo, quería en esta expedición era encontrar tapices de colonias de microbios. Y por eso, verlos con mis propios ojos fue algo extraordinario, la confirmación por primera vez de su existencia en la fosa de Atacama y a más de 8 mil metros", agregó.

Captura de holutorias, una especie de pepino marino.

Dos días después, le llegó el turno a Escribano. Como su área de interés se centra más en la fauna, no descendió a tanta profundidad, sino que se quedaron en los 7.330 metros. Allí, vieron seres inesperados en esta zona tan profunda (como una solitaria estrella de mar).

No obstante, lo que más llamó la atención fue que en esta grieta se vieron más cantidad de animales que en cualquier otra fosa estudiada hasta ahora. Por ejemplo, algunos gusanos poliquetos y otras criaturas habitantes de la zona hadal del océano que apenas se empezaron a estudiar.

Fuente: (24horas.cl).

En palabras de Escribano: "Fue algo mágico; como descender sobre otro planeta y ver las estructuras construidas por estos seres. Imaginé que eran ciudades pequeñitas hechas por los gusanos y crustáceos que hacen caminos en el sedimento".