El rey Carlos III decidió no vivir en el Palacio de Buckingham

A pesar de su flamante coronación como rey de la corona británica, Carlos III decidió que no vivirá como los otros monarcas en el Palacio de Buckingham y, en cambio, dividirá sus días en otras tres residencias. Fuentes cercanas a él revelaron al diario The Sunday Times que creé que el palacio, que fue hogar de la realeza durante siglos, “no es apto para el propósito del mundo moderno” y que su mantenimiento es insostenible.

De esta forma, el rey Carlos III y la reina consorte Camilla vivirán tres días por semana en Clarence House, el hogar actual y donde vivía desde el 2002 cuando falleció Isabel, la madre de la reina que llevaba el mismo nombre. Los dos días restantes serán en el castillo de Windsor y los fines de semana el monarca pasará en la finca de Sandringham, ubicada en la ciudad de Norfolk, a tres horas en auto de la capital inglesa. “Él no lo ve como un hogar futuro o una casa que se ajuste al propósito en el mundo moderno. Siente que su mantenimiento, tanto desde el punto de vista económico como ambiental, no es sostenible”, aseveró la fuente citada por el medio británico.

A pesar de esta visión que tiene sobre el palacio, la realidad es que Buckingham se encuentra desde el 2015 en medio del proyecto de renovación más grande desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo de la obra, que terminaría en 2027, es el de cambiar las cañerías, los cables y todo el sistema de calefacción del palacio real, el cual Carlos III visitará para realizar actos oficiales.

El Palacio de Buckingham

El palacio es uno de los puntos turísticos más visitados de todo el Reino Unido. Si bien no se tiene una historia de la construcción y los orígenes de Buckingham, se estima que la primera casa fue erigida alrededor del 1624 por Sir William Blake, para luego ser apropiada por Lord Goring, conde de Norwich. Finalmente, en 1761 fue comprada por Jorge III y se transformó en la casa de la reina Charlotte, para que en el siglo XIX se convierta en el palacio real tras la ascensión de la reina Victoria.

A diferencia de algunos otros hogares de la realeza, Buckingham no pertenece directamente al rey, sino que es parte de la Corona igual que Windsor. Por lo tanto, el gobierno británico y sus contribuyentes son quienes están a cargo de mantener el palacio, a cambio de parte de las ganancias que consigue la Corona británica.