Sudáfrica le permitió atracar su superyate al oligarca ruso Alexey Mordashov

Luego de un par de semanas en las aguas de Hong Kong, Sudáfrica le permitió a Alexey Mordashov atracar su superyate en el puerto de Ciudad del Cabo. Vincent Magwenya, portavoz del presidente Cyril Ramaphosa, enfatizó que “no había razón” para que su país le negara la entrada. Pues, el oligarca ruso no estaba sujeto a sanciones de la ONU, sino solo a las impuestas de manera unilateral por la Unión Europea y Estados Unidos.

Geordin Hill-Lewis, alcalde de Ciudad del Cabo, fue más tajante y no se mostró tan abierto a la propuesta del poder político de su país, dado que, según él, Mordashov fue beneficiado por la situación bélica y es “cómplice de los crímenes inconcebibles cometidos contra los civiles ucranianos”, por lo cual, pidió que bloquearan el yate. No obstante, uno de los funcionarios de la capital legislativa de Sudáfrica afirmó a Associated Press que “si estás estacionando un activo de 500 millones de dólares, necesitás que se cuide adecuadamente”, mostrando que hay una posibilidad real de que termine amarrado.

La única razón por la que el gobierno local podría mostrarse en contra de la llegada del yate a sus puertos es si no respetan “nuestras leyes de inmigración”, sentenció Magweyna. “Actualmente, no hay sanciones impuestas por la ONU a un individuo en particular y, por lo tanto, Sudáfrica no tiene la obligación legal de cumplir con las sanciones que Estados Unidos y la UE han decidido imponer dentro de jurisdicciones específicas”, comentó el político africano.

Esta es una situación parecida a la que ocurrió en Hong Kong hace poco menos de un mes, cuando el gobierno se negó a meterse con el yate porque no había sanciones de las naciones unidas, sino que se trataba de una situación unilateral propuesta por algunos países de occidente.

El enojo de occidente

La postura de Sudáfrica frente al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania es la de neutralidad, lo que causa un fuerte enojo en Europa y Estados Unidos, que esperaban que mostraran apoyo a Volodymyr Zelenskyy, para que ocurra un efecto dominó y otras naciones de economías emergentes las sigan.

Hill-Lewis opina similar, dado que afirmó que la postura de su país es “como mínimo vergonzosa” y que ellos tienen con esto “una oportunidad para poder enmendar los errores del pasado y apoyar una causa justa”, a pesar de la negativa de su gobierno.