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El cohete de NASA que prepara la vuelta del hombre a la Luna
El Artemis tiene como objetivo ver las fallas para el lanzamiento de una tripulación humana en el futuro.El espacio es la última frontera, un lugar casi inalcanzable que cada día está más cerca. Uno de los puntos más influyentes para el final de la carrera espacial entre la Unión Soviética y los Estados Unidos fue la llegada del hombre a la luna y, ahora, la NASA quiere repetir la hazaña al allanar el terreno con el lanzamiento de Artemis, un gigantesco proyecto que busca romper varios otros récords.
Fuente: (El País)
El objetivo de este lanzamiento será el de asegurarse que todos los instrumentos y medidas de seguridad funcionen en el espacio antes del lanzamiento de Artemis II, que estará tripulada por personas de verdad. Para eso, la cápsula que envió la NASA tiene maniquíes de tamaño real con una amplia cantidad de sensores para asegurar el estrés físico y la presión en el cuerpo así como la radiación que recibirán los enviados en los próximos viajes a la luna.
Cuando la tripulación Orión inicie su recorrido hacia el cuerpo celeste, se transformarán en los humanos que más lejos llegaron, al pasar la luna por más de 64 mil kilómetros antes de volver a ella. Además, será la primera vez que una mujer pise a la Luna y quien está a cargo del lanzamiento de esta primera experiencia es Charlie Blackwell-Thompson, la primera directora de lanzamiento de la NASA.
El cohete que saldrá de la órbita junto con los próximos Artemis se trata del SLS que, con sus 98 metros de alto, supera por poco a Saturno V, de las misiones Apollo. “Es el cohete más poderoso que construyó la humanidad. Tiene 8,8 millones de libras de empuje y es lo que va a permitir que una tripulación de cuatro personas puedan vivir 30 días en la superficie de la luna”, afirmó a la BBC Jim Free, un alto rango dentro de la organización aeroespacial. De esta forma, se logrará pasar más de 10 veces el tiempo de la última misión al cuerpo celeste que solo duró 3 días.
Esfuerzo internacional
Atrás quedó la época de la carrera espacial y de la guerra fría que marcó la exploración del cosmos durante décadas. Si bien la primera llegada a la luna fue un proyecto en solitario de parte de la agencia estadounidense, la realidad es que ahora aceptaron ayuda de otros pares a lo largo del mundo como JAXA de Japón, la CSA de Canadá y la ESA Europea.
“Esto no es sobre banderas y huellas, es sobre construir una presencia sustentable en la luna y sentar las bases para la fundación de una base permanente en ella, así como futuras misiones a Marte”, afirmó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la NASA.