Oceanía

Cómo las islas Fiyi tienen planeado escapar a los mares crecientes

El país oceánico se transformó en uno de los pioneros en relocalizar a poblados enteros a nuevas áreas.
martes, 8 de noviembre de 2022 · 12:48

El océano Pacífico es una de las áreas más afectadas por el cambio climático. Muchas naciones islas sufren las consecuencias de la subida de las mareas, ven cómo el mar, que en muchos casos fue su fuente de sustento, come sus tierras y los fuerza a moverse a nuevos lugares. Este es el caso de las islas Fiyi, un país que se encontró en una encrucijada al transformarse en uno de los primeros lugares en tener que mover tierras enteras debido a los efectos del calentamiento global.

La isla de Vanua Levu es la segunda más grande del país.

La nación de Fiji se transformó en una de las pioneras en tener que relocalizar a sus pueblos desde zonas costeras hasta las cimas de las montañas. La primera de estas fue Vunidogoloa, una pequeña población de 140 personas en Vanua Levu, la segunda isla más poblada del país, la cual tuvo que ser movida desde su lugar original hasta su nueva localización por pedido expreso de los propios pobladores.

De acuerdo a los ciudadanos que estaban en la aldea en el momento de la mudanza, esto no fue buscado, sino que intentaron adaptarse hasta que la situación no fue sostenible. El mar mueve la línea de tierra, y complejiza el terreno donde están las bases de las casas, que terminan destruidas tanto por el agua como por las tormentas que azotan a Fiyi de manera constante.

La nueva localización de Vunidogoloa.

“Dejamos a nuestros abuelos, a nuestros padres. Dejamos todo cuando nos movimos de nuestra tierra, fue como extranjeros moviéndose a tierras foráneas, personas guardando valijas en camiones, que lloraban al dejar sus hogares porque seguramente sería la última vez que los verían”, afirmó Ramatu, el líder de Vunidogoloa a "The Guardian".

 

Lo que puede salir mal

Este proyecto es muy importante para el futuro de la nación, debido a que no solo el mar influye en la decisión, sino también los constantes ciclones que afectan a Fiyi los cuales lo ponen en el puesto 14 de las 15 naciones más afectadas por el constante cambio climático.

Aunque estos movimientos ayudan a paliar los efectos en la población, a lo largo de los diferentes intentos hubo varios errores, como en el mismo Vunidogoloa, donde las casas construidas por el gobierno no tenían cocinas, debido a que iban a ser completadas en un futuro que nunca llegó y donde las familias tuvieron que valerse con materiales salvados de sus anteriores hogares para rearmar una parte vital de sus vidas.

Tukuraki es uno de los ejemplos de cómo pueden salir mal las cosas.

También está el tema de las tierras, ya que, en muchos casos, los terrenos pertenecen a los mismos clanes, pero en situaciones extremas puede complejizarse la situación como ocurrió en la villa de Tukuraki. Los pobladores vieron varios de sus proyectos destruidos hasta que en el 2017 un clan intervino y les permitió asentarse en sus tierras. No obstante, al ver que la villa nueva era mejor que la que tenían los locales empezaron las tensiones y con la muerte del líder que realizó el convenio, muchos de los acuerdos ahora quedaron en el aire a la libre interpretación de los actuales jefes.