La princesa de Noruega renunció a sus funciones para casarse con un chamán

La princesa Märtha de Noruega renunció a todas sus funciones reales al casarse con un chamán, en búsqueda de enfocar su atención en el estudio de la medicina alternativa. Su nuevo esposo Durek Verrett es una persona polémica que estuvo en el ojo de la tormenta cuando afirmó, en su libro “Spirit Hacking”, que el cáncer es una elección. 

De acuerdo con un comunicado realizado por la casa real de Noruega, Märtha no seguirá bajo la órbita de la Corona y no la representará “por el tiempo presente. No obstante, según el deseo del rey, la princesa podrá mantener su título si así lo desea”, afirmaron desde la familia. Desde que se habían  comprometido, ya se sabía que Verrett formaría parte de la realeza, aunque sin ningún título ni capacidad de representarla.

Märtha es un figura divisiva en el país del norte, luego de haber afirmado que podía hablar con los ángeles, y perdió el honorario “princesa real” en el 2002 por decidir trabajar como clarividente. En el 2019, la princesa de Noruega había acordado no utilizar su título en sus acuerdos comerciales, ya que podría ensuciar la imagen de la Corona. Esta separación entre la pareja y el resto de su familia “tiene el objetivo de dibujar una línea más clara para separar la actividad comercial de la actividad política”, sentenciaron desde el palacio.

La princesa es la cuarta en la línea de sucesión. En el momento en que su padre Harald decida dar un paso al costado o fallezca, la Corona del país escandinavo iría a parar a su hermano menor, Haakon, seguido de la hija mayor de este, Ingrid Alexandra, y luego el menor, Sverre Magnus, antes de que sea turno de Märtha.

Quién es el marido de Märtha

Durek Verrett es un autoproclamado "chamán de sexta generación" cuya madre es de ascendencia noruega y caribeña, mientras que su padre es haitiano. En una entrevista del 2009, él reivindicó que es el producto de “una larga herencia de voodoo caribeño y medicina nativa de escandinavia”.

Su figura es polémica debido a varias aserciones que dijo a lo largo de su carrera, como afirmar que había predicho los ataques terroristas del 11 de septiembre y sus comparaciones con Albert Einstein y Thomas Edison, a quienes marcó como “genios incomprendidos”.