Estados Unidos
La basquetbolista Brittney Griner vuelve a EE. UU. luego de un intercambio de prisioneros con Rusia
Esto generó temblores en el interior de la política norteamericana.
Luego de casi 10 meses detenida, la basquetbolista norteamericana Brittney Griner vuelve a los Estados Unidos en medio de un polémico intercambio de prisioneros entre la nación del norte y Rusia. Ella fue capturada en febrero y enjuiciada por tenencia de estupefacientes, razón por la cual fue encerrada en un penal a pesar de las quejas del gobierno de su país que señalaron que había sido condenada sin pruebas suficientes.
Fuente: (The Washington Post)
Griner es dos veces ganadora de la medalla olímpica dorada con la selección de los Estados Unidos y hace un tiempo que jugaba como deportista profesional en diversos equipos de la nación europea. Aparte de ser afrodescendiente, también pertenece de manera abierta a la comunidad LGBTQ, dos factores que sopesaron ampliamente en su juicio, marcado por cuestionables argumentos raciales, homofóbicos y diversas dinámicas sociales.
La persona que fue entregada por los Estados Unidos para asegurar la libertad de Griner fue Viktor Bout, un traficante de armas que es conocido como “el mercader de la muerte” y que muestra la urgencia que tenía el gobierno de Joe Biden para devolver a la basquetbolista nuevamente a su hogar. Por su parte, no lograron conseguir también la libertad de Paul Whelan, otro de los prisioneros de la nación norteña que sirve su sentencia en Rusia hace 4 años.
Dentro del cuerpo legislativo norteamericano se prendieron las alarmas de varios políticos, como Michel McCaul, uno de los republicanos más importantes de la cámara de representantes, quien señaló que “esto solo va a enaltecer a Vladimir Putin para continuar con sus prácticas malvadas para capturar americanos inocentes como rehenes y usarlos como peones políticos”.
Qué ocurrió con Paul Whelan
El marine fue atrapado durante diciembre del 2018, luego de visitar a un amigo para su boda. De acuerdo con la inteligencia rusa, Whelan tenía un USB que contenía “una lista de todos los empleados en una agencia de seguridad clasificada”.
Según le comentaron algunos informantes dentro de la casa blanca a The New York Times, “su caso es tratado por Rusia de una forma completamente distinta por razones ilegítimas”, aunque remarcó que “aunque todavía no logramos asegurarnos la libertad de Paul, no vamos a rendirnos, jamás vamos a rendirnos”.
