Tragedia en Brasil: ya son más de 100 los fallecidos por el temporal en Petrópolis

Las autoridades de Brasil indicaron que ya son 104 las personas que perdieron la vida tras la catástrofe que azotó a la ciudad de Petrópolis, donde intensas lluvias causaron enormes deslizamientos de tierra e inundaciones.

Según el Instituto Médico Legal, 13 de las víctimas son menores de edad. No obstante, la magnitud de la tragedia en la ciudad ubicada en la región serrana del estado de Río de Janeiro podría ser mayor, puesto que hay al menos 42 personas desaparecidas en Petrópolis, aunque no se sabe con certeza el número total.

Fuente: (Diario do Nordeste).

Las lluvias en Petrópolis comenzaron el martes y fueron tan intensas que superaron el promedio mensual de febrero en pocas horas. El agua transformó varias calles de la “ciudad imperial” en auténticos ríos, tanto que en algunos videos se puede ver a personas que intentan salir de un colectivo atrapado en una calle inundada.

Sin embargo, lo más grave fue el desmoronamiento de los cerros aledaños. De acuerdo con la prensa local, directamente se vinieron abajo y arrastraron consigo rocas del tamaño de autos. Los escombros y la fuerza de la corriente bloquearon vías importantes, algo que dificultó el acceso a los damnificados.

Fuente: (Uol).

Tragedia y deuda histórica

El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, declaró: “Fue la peor lluvia desde 1932. Fueron 240 milímetros en dos horas. Fue una lluvia realmente extraordinaria”. Pero, no fue solo el agua lo que causó la catástrofe en Petrópolis.

Según Castro, fue la unión entre “una tragedia histórica y una deuda que realmente existe”. No es la primera vez que esta región sufre una calamidad semejante. En 2011, por ejemplo, un escenario similar dejó 900 muertos y casi 100 desaparecidos, lo que fue la mayor catástrofe climática en la historia de Brasil.

Varios especialistas aseguran que, desde entonces, muchas acciones pudieron haber sido llevadas adelante para evita una nueva tragedia, como la reforestación en el margen de los ríos, la demolición de casas en lugares de riesgo y el traslado de los habitantes que viven en terrenos inestables.

Es que se sabe que fuertes lluvias azotan regularmente a esta región del país vecino, pero tanto los habitantes como los políticos suelen padecer lo que el geógrafo Marcelo Motta llama de “amnesia del cielo azul”.

Esto quiere decir que como los eventos extremos pasan cada aproximadamente 10 años (el último fue en 2013), después de las grandes tareas y políticas de emergencia tras la catástrofe, se olvidan de las políticas públicas que hacen falta para evitar un escenario similar a futuro.

No obstante, el gobernador fluminense aseveró que esto cambiará: “Que esto sirva de lección para que, de una vez, actuemos diferente. Ya está siendo diferente”.