Sacar las vallas de La Moneda: el gran gesto simbólico que planea Gabriel Boric

El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, afirmó que su futuro Gobierno es totalmente consciente de lo que significa, para un movimiento de izquierda, llegar al palacio de La Moneda (la casa de Gobierno) y que por eso tomará una medida altamente simbólica cuando asuma como mandatario.

“Hay momentos simbólicos que cambian el carácter con el que el pueblo entiende a su Gobierno”, afirmó Gabriel Boric. El aún diputado tiene planificado uno de estos gestos para cuando asuma la jefatura de Estado el 11 de marzo.

“La Moneda está totalmente cercada de vallas papales. El hecho de volver a abrir simbólicamente las puertas o el sector de tránsito de La Moneda al pueblo de Chile va a ser muy significativo”, aseveró Gabriel Boric en entrevista con el ex vice presidente del Gobierno español, Pablo Iglesias.

Paso a paso para no retroceder

En dicha entrevista, en el programa La Base, el próximo presidente de Chile también se defendió de los críticos que le espetan pactar con fuerzas de la centroizquierda y de “moderar” su discurso.

Gabriel Boric explicó que su lectura de la historia de Chile enseña que los cambios estructurales no son posibles en el país trasandino si no hay un respaldo mayoritario en la sociedad. Por eso es que busca una mayor amplitud en su Gobierno.

“Hoy lo que nosotros estamos intentando es que el apoyo que nosotros recibimos en la segunda vuelta consolidarlo desde una perspectiva inclusiva, convocante”, indicó Boric.

“No plantearnos en una lógica de guerra, sino entender que los cambios los vamos a tener que hacer paso a paso, porque si no el riesgo de retroceder es demasiado grande”, agregó. Este riesgo viene encarnado por la amenaza de la extrema derecha en Chile que, pese a perder las elecciones, no desapareció.

Entonces, como su plan de Gobierno es ampliar los derechos sociales para que no entren en la lógica del negocio (como sucede actualmente con la salud, la vivienda y la educación, por ejemplo), sus esfuerzos estarán puestos en convencer a los que actualmente se privilegian con este modelo.

“Ahí vamos a tener que saber no identificarlos como enemigos y decir que esta es la guerra contra, sino tratar de invitarlos a construir una sociedad distinta”, aseveró Boric y, optimista, sentenció: “Yo esperaría que no haya demasiada resistencia”.