Brasil

Sin término medio en Brasil: de la peor sequía en casi un siglo a decenas de muertos por las lluvias

Activistas por el clima llaman al Gobierno brasileño a llevar adelante políticas efectivas para adaptarse a los cambios.
sábado, 5 de febrero de 2022 · 11:48

Greenpeace Brasil pedirá públicamente al Gobierno federal y a los regionales que desarrollen políticas urgentes en el marco de un plan de acción de prevención y adaptación climática, puesto que los habitantes del país vecino no pueden esperar: las consecuencias están a la vista.

En los últimos meses, se pasó de una situación en la que los embalses estaban al mínimo de su capacidad a que se desbordaran ríos enteros por las intensas lluvias que azotaron Brasil. Si bien el verano es lluvioso en el gigante sudamericano, la fuerza de las precipitaciones dejó récords.

Alud en Franco da Rocha (San Pablo).

Por ejemplo, la ciudad de San Pablo, la más poblada de Brasil, registró su enero más lluvioso desde 2017. Los efectos de las intensas precipitaciones fueron brutales: 18 personas perdieron la vida a causa de un alud que sepultó varias viviendas en una localidad de la zona metropolitana paulista.

Pero no fueron las únicas vidas que hubo que lamentar en el país vecino a causa de las lluvias. En suma, fallecieron 86 personas en San Pablo, Minas Gerais y Bahía. En estos tres estados viven un total de 83 millones de personas, casi el 40% de la población total del país vecino.

Las crecientes inundaron el área residencial de Raposos (Minas Gerais).

Por otro lado, unas 150 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares a causa de las inundaciones. Particularmente, el desborde de los ríos y los deslizamientos de tierra afectaron a los barrios más humildes de las ciudades.

"Hay un aumento de eventos extremos relacionados a lluvias intensas con consecuencias directas en la población más vulnerable que vive en la periferia de las grandes ciudades o en comunidades rurales", indicó el geógrafo Rodrigo Jesús Santos, vocero de la campaña Clima y Justicia de Greenpeace.

Daños tras el alud en Franco da Rocha.

"Existe una negligencia de los gestores públicos frente a la crisis climática”, agregó Santos y zanjó: “Estamos viviendo una emergencia climática; no es algo del futuro, es presente porque se están perdiendo vidas y los ecosistemas se están rompiendo". Por eso, piden acción a los gobiernos.

 

Lluvias y sequías

La intensidad de las lluvias tiene sus raíces en los fenómenos climáticos de La Niña y la Zona de Convergencia del Atlántico Sur, pero resulta particularmente llamativo que lleguen después de que Brasil experimentó su peor sequía en casi un siglo.

Sequía en el lago de Furnas (Pimenta, Minas Gerais).

Tan es así que el Gobierno de Jair Bolsonaro resolvió aumentar las tarifas de electricidad para que haya un menor consumo (en lugar de racionar el recurso), debido a que los embalses de las empresas hidroeléctricas estuvieron en sus niveles más bajos desde 2001. También hubo grandes pérdidas agrícolas.

Según los expertos, estas sequías, que son cada vez más frecuentes, están vinculadas a una mayor deforestación de la Amazonía, fenómeno que creció desde que el mandatario ultraderechista llegó a la jefatura de Estado.