Estados Unidos
En la frontera entre México y Estados Unidos también acampan rusos y ucranianos
Millones de personas huyeron de los países en conflicto desde el 24 de febrero.
Además del castellano y el criollo haitiano, ahora se escuchan lenguas de tierras mucho más lejanas en la ciudad de Tijuana, México, fronteriza con Estados Unidos. Es que, desde que comenzó la ofensiva militar de Rusia en Ucrania, más de 3 millones de personas huyeron y algunas de ellas llegaron hasta América del Norte.
En la última jornada, al menos unas 20 personas aguardaban con sus pertenencias en una especie de campamento, en el paso fronterizo de San Ysidro, que une al país azteca con su vecino del norte. No obstante, las autoridades de Estados Unidos no los dejan pasar tan fácilmente.
La excepción son los ciudadanos de Ucrania, cuya petición de asilo humanitario a causa del conflicto bélico en su territorio “es prácticamente un pase directo a Estados Unidos”, según explicó Alejandro Ruiz Uribe, delegado del Gobierno de México en el estado de Baja California.
Para los ciudadanos rusos, la situación se asemeja más a los ciudadanos de Centroamérica o el Caribe: se les niega la entrada. Lo mismo sucede con los bielorrusos, cuya presencia pudo constatar la agencia Efe.
Para hacerlo, las autoridades fronterizas esgrimen el Título 42, una medida que indica que se puede impedir la entrada al país norteamericano o expulsar a los migrantes por razones de salud pública en medio de la pandemia de coronavirus.
Algunos rusos, como el que se identificó como “Antonio” en entrevista con la agencia española, solicitaron asilo en calidad de “perseguidos políticos”, puesto que Moscú prohibió las protestas y posturas contrarias a la guerra con Ucrania.
Fuente: (Euronews)
Según los datos que maneja el Gobierno de México, desde que comenzó la ofensiva militar en Ucrania, el 24 de febrero, llegaron unas 310 personas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia a la ciudad de Tijuana.
La migración de Haití no cesa
Como explicó el funcionario mexicano, mientras que a los ucranianos se da carta blanca para ingresar a Estados Unidos, no sucede lo mismo con los cientos de haitianos que intentan llegar al país cada semana.
Haití es el país más pobre del continente americano. Arrastra desde hace años una dura crisis económica y social, que fue profundizada por varios desastres naturales, una inestabilidad política creciente (que empeoró con el asesinato del presidente Jovenel Moise el año pasado) y un aumento de la violencia por parte de pandillas.
En este contexto, el flujo migratorio desde Haití hacia México y luego a Estados Unidos aumentó exponencialmente. En la última semana, casi 500 haitianos fueron interceptados por la Guardia Costera estadounidense mientras intentaban hacer tierra en atestadas embarcaciones.
En este contexto, cada vez son más las organizaciones y políticos que llaman a Washington a cambiar su política migratoria (a la que también denuncian como racista y discriminatoria) de una de pura expulsión a una que acoja y ayude a las personas que huyen del infierno.
