Portugal
Portugal encontró una pintura rupestre de más de 7 mil años única en su territorio: de qué se trata
La imagen podría haber tenido fines rituales o religiosos, según las primeras hipótesis.Un grupo de arqueólogos de Portugal descubrió que una pintura rupestre encontrada hace 20 años en una cueva corresponde a una mujer en trabajo de parto. Se trata de una escena única en el arte rupestre del país.
El hallazgo tuvo lugar en una de las cuevas del Parque Natural de la Sierra de São Mamede, justo en la frontera entre el país luso y España hace 20 años. En ese entonces, una joven que se había accidentado en esta zona de Portugal encontró abrigo en la cueva y vislumbró el arte rupestre.
No obstante, no fue sino hasta el año pasado que se comenzó a investigar el arte del lugar. Allí, los investigadores de Portugal vieron esta escena en la que se ve una figura antropomórfica, es decir, que tiene la forma de un ser humano. En este caso, se trata de una mujer.
"Es una pintura esquemática en la que se ve muy bien la cabeza, los brazos, el tronco, las piernas abiertas y en medio de las piernas sale una figura humana de un niño que sale cabeza abajo y los brazos caídos", indicó Jorge de Oliveira, arqueólogo y profesor de la Universidad de Évora del país europeo.
Es la primera vez que se descubre en Portugal una figura de una mujer teniendo a su hijo, de ahí su importancia.
Hipótesis religiosas
Oliveira señala que la pintura se encuentra en un entorno de “religiosidad simbólica”. Esto es así porque la imagen se encuentra emplazada en la zona más oscura y recóndita de la cueva, algo que hizo difícil su hallazgo. Tanto es así que la luz natural solamente se posa sobre ella durante el solsticio de verano.
Por otro lado, este lugar en centro-oeste de Portugal podría haberse tratado de un sitio “de devoción o de parturientas” porque hay señales que muestran que la pintura fue tocada por la mano humana.
"Supongo que alguna mujer que estuviese embarazada podría dirigirse ahí y tocar la figura, porque está con señales de que alguien la ha tocado, pero no la ha destrozado. Hay simbólicamente un contacto directo de humano", señaló el arqueólogo, aunque aún no puede saberse con certeza.