Brasil

El lado B del asaí, la fruta amazónica que salió de Brasil y conquistó al mundo en los últimos años

Un grupo de científicos denuncia la pérdida de biodiversidad en la región donde se cultiva.
domingo, 20 de marzo de 2022 · 03:00

El asaí o azaí —que en portugués se escribe açaí— tuvo un boom en la última década y cambió la vida a miles de personas en el norte de Brasil. De pronto, una fruta que siempre estuvo en la dieta de las poblaciones amazónicas empezó a estar en forma de pulpa en las góndolas de los supermercados de países lejanos.

Las cifras del país vecino no dejan lugar a dudas de la popularidad que ganó el asaí en los últimos años. Brasil pasó de exportar unas 40 toneladas de esta fruta en 2011 a 5.363 toneladas en 2020. Esto representa una suba de casi un 15.000 %. Aún así, solo el 1 % de lo cosechado se exporta.

Tradicionalmente, el asaí es consumido con harina y pescado, pero fuera de la Amazonía tomó otras formas.

Brasil concentra el 85 % de la producción mundial de asaí (1,5 millones de toneladas en promedio anual) y el estado norteño de Pará es responsable del 95 % de la producción en el gigante sudamericano.

Según cifras oficiales, hay 212 hectáreas dedicadas al cultivo de asaí en zonas de llanuras inundables y acá es donde empieza la polémica.

Un cuenco de asaí y otras frutas, como se come en otras regiones de Brasil y del mundo.

 

Pérdida de biodiversidad

En un estudio publicado en la revista científica Biological Conservation, un grupo de científicos de Brasil denunció que el cultivo a gran escala del asaí está causando una pérdida grave de la biodiversidad de la región ribereña amazónica.

"Árboles grandes y altos como el samaúma, conocido popularmente como la reina de la selva, y otros como el jatobá y el cedro, están desapareciendo en esta región", señaló el biólogo investigador de la Universidad Federal de Pernambuco Madson Freitas.

El asaí es rico en fibra y antioxidantes, y tiene un alto valor energético.

El experto afirma que especies de árboles típicas de esta zona son cortadas para cultivar asaí: se sacan para hacer espacio y dejar que el sol caiga sobre las bases de la fruta, puesto que la sombra puede realentizar su desarrollo. No obstante, la pérdida de especies puede desbaratar el ecosistema de esta zona.

Por ejemplo, los árboles más altos, como el samáuma no solo dan sombra, sino que también reciclan los nutrientes del suelo. Sin su presencia, el suelo se vuelve más árido y algunas especies no pueden crecer. En consecuencia, el monocultivo puede ser perjudicial incluso para la producción de asaí.

Cosecha de asaí.

Las plantas altas, asimismo, son hogar de colmenas de abejas y estas polinizan varias especies, entre ellas, el asaí. “Incluso es contradictorio, porque con las colmenas el propio asaí se vuelve más productivo”, explicó Freitas a la BBC.

"En las zonas donde hay monocultivo de asaí y casi ninguna otra especie, los racimos dan un 30 % menos de fruta que en las zonas donde hay más diversidad", continuó. No obstante, pese a la investigación, los productores niegan que su práctica se trate de un monocultivo y afirman que siguen las reglas.