Francia

Emmanuel Macron y Marine Le Pen se volverán a enfrentar en un balotaje: qué es diferente de 2017

El 24 de abril será la segunda vuelta de las presidenciales en Francia.
lunes, 11 de abril de 2022 · 09:32

Como en 2017, el futuro de Francia se decidirá entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. El actual presidente, representante de la derecha liberal, obtuvo el 27,6% de los votos, mientras que la política ultraderechista se quedó con el 23,4%. El 24 de abril, uno de ellos será el nuevo jefe o jefa de Estado.

De cara al balotaje, se prevé un resultado muy ajustado entre Emmanuel Macron (La República en Marcha) y Marine Le Pen (Agrupación Nacional), a diferencia de 2017, cuando el actual mandatario obtuvo 30 puntos más que su rival. Por eso, se vienen dos semanas de campaña intensa.

Fuente: (El País)

 

Una nueva bipolaridad

Con la derrota total de los partidos tradicionales, el país europeo derivó en una bipolaridad entre la derecha liberal y la ultraderecha. Aunque sin llamar a votar directamente por Emmanuel Macron, la derecha, el ecologismo, el socialismo y la izquierda pidieron reeditar el “cordón sanitario” para frenar a Le Pen.

Valérie Pécresse, la candidata de Los Republicanos, alertó que la referente de la ultraderecha “borraría a Francia de la escena internacional” y que llevaría el caos al país. Casi de la misma manera se pronunció el candidato de izquierda Jean-Luc Mélenchon.

Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos.

“¡No hay que dar ni un solo voto a Le Pen!", sentenció el veterano político, que quedó tercero y a las puertas del balotaje. Con un 22%, Mélenchon obtuvo el mejor resultado en tercer puesto en la historia de la V República francesa.

Además, arrasó en los territorios franceses de ultramar donde, en algunos casos, obtuvo más del 50% de los sufragios. Así y todo, este “cordón sanitario” con que se quiere frenar la llegada de la ultraderecha al Palacio del Elíseo, podría no ser suficiente.

Jean-Luc Mélenchon, candidato de Francia Insumisa.

A diferencia de hace cinco años, Marine Le Pen mostró una cara más moderada en esta campaña presidencial, aunque para muchos, incluido el presidente de Francia, esto es una mentira.

Pese a que su programa continúa siendo nacionalista, antiinmigración y discriminatorio (quiere otorgar ayuda solo a los franceses y prohibir el velo islámico en el espacio público), tuvo una ayuda externa: la candidatura de Éric Zemmour, mucho más extremista de derecha, que la colocó mecánicamente un poco más al centro.

Éric Zemmour, el candidato ultraderechista, salió a apoyar sin rodeos a Le Pen.

Así, Le Pen centró (y es probable que profundice de cara a la segunda vuelta) su postura de política “cercana a la gente”, que quiere abordar el problema de la pérdida de poder adquisitivo que se agudizó debido al aumento de los precios de la energía a causa de la guerra en Ucrania.

Busca contraponerse a Emmanuel Macron, visto como “el presidente de los ricos”, al proponer, por ejemplo, bajar el IVA de la electricidad, el gas y los combustibles del 20% al 5,5%.

Le Pen se muestra como la candidata “simpática”.

Para hacerse con la reelección, Emmanuel Macron debe, más que nada, atraer el voto joven. Mélenchon fue el candidato más votado entre los ciudadanos de entre 18 y 34 años, seguido por Le Pen. Asimismo, este es el grupo que más abstención presenta.

A diferencia de la primera vuelta, el jefe de Estado estará obligado a hacer campaña para quedase en el Elíseo. Para lograrlo, busca retomar su perfil más liberal en su segundo mandato con medidas como subir la edad jubilatoria de 60 a 65 años, rebajar los impuestos de las empresas e incentivar la energía nuclear.

Macron es visto, por su parte, como un político “arrogante”.

Dentro de dos semanas, además, los franceses decidirán qué tipo de política exterior tendrán por los cinco años siguientes: o bien una europeísta, como la que ya tiene Macron, o una más nacionalista y proteccionista (al mejor estilo Donald Trump) con Le Pen. Esta última nunca estuvo tan cerca de la Presidencia.