Brasil

Una colonia de rayas vive milagrosamente en las turbias aguas de Río de Janeiro

La gran población de rayas se descubrió por casualidad, pero ahora están en peligro.
domingo, 3 de abril de 2022 · 03:00

La Bahía de Guanabara es hermosa y es un símbolo de Río de Janeiro, Brasil, sin embargo, sus aguas están tremendamente contaminadas. Así y todo, una gran colonia de rayas vive bajo la superficie, pero los animales están ahora en peligro de extinción.

En esta zona de Río de Janeiro viven siete especies de rayas conocidas y otras tres que están en estudio. Esto hace a la bahía de la ciudad carioca la quinta zona en el mundo con más diversidad de estos animales acuáticos. No obstante, al menos cinco especies están en peligro de extinción y tres, en peligro crítico.

Una de las especies de rayas que viven allí es la llamativa raya jaspeada.

Hay tres factores que amenazan su supervivencia. El primero es el nivel de contaminación de las aguas de esta área de Río de Janeiro; el segundo, la pesca de una de las especies, cuya carne es muy codiciada, y el tercero, por las características propias de estas especies.

Es que las rayas alcanzan su madurez sexual tarde en la vida, tienen un apareamiento complicado, períodos de gestación largos (19 meses) y tienen pocas crías a la vez (máximo 5).

La raya jaspeada puede medir más de 3 metros de ancho.

 

Un milagro

La existencia de las rayas bajo las contaminadas aguas de la “ciudad maravillosa” se descubrió de casualidad en 2017, cuando el biólogo Ricardo Gomes grababa imágenes para un documental sobre la vida marina de la Bahía de Guanabara.

"No tenía espacio en el fondo para poner las manos de tantas rayas que había. En los casi 30 años que llevo buceando en Río de Janeiro esa fue la cosa más increíble que vi en mi vida", contó Gomes en entrevista con la agencia Efe.

El agua de la Bahía de Guanabara.

Todos los días, la bahía recibe basura y aguas residuales sin tratamiento previo de al menos el 50 % de la población que vive alrededor. Esto quiere decir que los desechos de unos 4 millones de personas van a parar allí.

Para conservar la especie, el biólogo propone fomentar el turismo de buceo. Pero para eso hay que limpiar el agua. Gomes y sus colegas esperan que la reciente privatización de los servicios de saneamiento de Río de Janeiro ayude a mejorar la calidad del agua, no solo para las rayas, sino para las comunidades que viven y pescan allí.