Por qué es importante el descubrimiento de la estrella Eärendel
El astro pudo ser detectado gracias al fenómeno conocido como lente gravitacional.
Recientemente, una investigación científica publicada en la revista Nature afirmó que se había podido observar la estrella más distante de la Tierra hasta el momento. Eärendel, bautizada así por el poema de 1914 “El viaje de Eärendel”, de Tolkien, puede ser la llave para desentrañar los misterios del principio del universo.
El astro, que ya no existe en la actualidad, pero que su luz alcanzó a llegar hasta la Tierra, fue detectado por el telescopio espacial Hubble. Usualmente, las estrellas tan distantes no pueden ser observadas de manera individual desde la Tierra.
Sin embargo, pueden darse una serie de eventos afortunados que permitan ver estas estrellas que estaban ubicadas en galaxias primitivas. Por ejemplo, en el caso de Eärendel, su luz pasó amplificada y distorsionada por un cúmulo de galaxias y finalmente fue detectada por el Hubble.
Así, el cúmulo de galaxias llamado WHL0137-08, que está situado a 5.500 años luz de aquí, además de una afortunada alineación con la Tierra, hicieron posible el fenómeno de lente gravitacional y, entonces, su observación. Ahora, solo resta seguir el camino de esa luz.
El principio de todo
La luz de esta estrella viajó unos 12.800 millones de años hasta ser detectada por el telescopio espacial Hubble. Por lo tanto, según los cálculos, el cuerpo celeste se habría formado unos 900 millones de años después del Big Bang, una pequeña fracción de tiempo si se considera que la edad del universo es de unos 13.800 millones de años.
Aunque esta estrella, que tenía 50 veces la masa del sol, ya dejó de existir, su análisis es de suma importancia para acercarse al conocimiento de cómo era el universo en sus inicios, cuando las estrellas estaban conformadas por los elementos más sencillos como el helio, el hidrógeno y el litio.
A pesar de que, hasta ahora, las estrellas primitivas no habían podido ser analizadas de manera individual, pronto estará en funcionamiento el nuevo telescopio espacial, llamado James Webb, cuya función principal será mirar hacia atrás en el tiempo del universo. Así, tomará imágenes hasta hoy inaccesibles para el ojo humano.
