Denisovanos
Cómo la muela de una niña resolvió uno de los grandes misterios del hombre denisovano
El hallazgo tuvo lugar en una cueva en Laos, en el sudeste asiático.
La antigua muela de una niña ayudó a completar el árbol genealógico de los homínidos o, mejor dicho, la extensión geográfica de su territorio. El hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, corresponde a la especie de los hombres de Denisova o denisovanos.
Los científicos saben desde hace tiempo que, antes de desaparecer, esta especie de Homo se mezcló con los homo sapiens (vivieron simultáneamente) y dejó su rastro de ADN en las actuales poblaciones de Oceanía y el sudeste asiático. Sin embargo, todavía no se habían encontrado pruebas de la presencia de los denisovanos en esta zona, hasta el año 2018.
Fue entonces cuando un grupo de científicos decidió buscar evidencias de los hombres denisovanos en la gruta de Cobra, en una zona montañosa en el noreste de Laos donde chicos locales decían que había huesos. Allí se hallaron fragmentos de huesos de animales y una muela. Tras un profundo análisis, se concluyó que la muela perteneció a una niña de entre 3 y 8 años de edad.
Sin embargo, no pudo datarse con exactitud cuándo fue que esta niña estuvo con vida, puesto que su ADN estaba mal preservado a causa del clima cálido y húmedo del lugar. Una vez superados los obstáculos, los científicos estimaron que la muela tenía entre 130 y 160 años de antigüedad.
Entonces, los investigadores concluyeron que esta especie de homínidos lograron ocupar esta zona de Asia al ser capaces de adaptarse a diferentes tipos de entorno. En este caso, a un clima tropical, pero también a las altitudes frías de Siberia.
El hombre denisovano
El hombre denisovano fue identificado por primera vez en 2010, justamente, en las cuevas de Denísova, en Siberia. Allí, unos investigadores encontraron un pequeño hueso de dedo a partir del cual los paleontólogos lograron secuenciar el genoma completo. Entonces, se vio que esta nueva especie estaba emparentada con los neandertales.
Luego, en 2019, se encontró una mandíbula con grandes dientes en el Tíbet, con lo que el alcance de su territorio se extendió también hacia esta zona de la actual China. Ahora, la muela encontrada en Laos probaría que allí pudieron encontrarse los denisovanos con los homos sapiens, mezclarse y resultar en el ADN de las poblaciones actuales de la región.
