Australia
Los conservadores en el poder fueron derrotados en Australia: los laboristas pasan al frente
El primer ministro ya felicitó al candidato de la oposición, aunque todavía no terminó el escrutinio.El Partido Laborista de Australia resultó el vencedor en las elecciones generales celebradas hoy, por lo que el próximo primer ministro será Anthony Albanese, el actual líder de la oposición. De esta manera, los laboristas vuelven al poder después de nueve años de dominio conservador.
El actual premier del país oceánico, Scott Morrison, ya reconoció su derrota. “Hablé con el líder de la oposición y el próximo primer ministro, Anthony Albanese, y lo felicité por su victoria esta jornada”, afirmó el líder conservador, quien destacó la “grandeza” de la democracia en Australia. Asimismo, Morrison adelantó que renunciará al liderazgo del Partido Liberal.
Más de 17 millones de personas estaban llamadas a las urnas en Australia, donde el voto es obligatorio. En el país insular, los ciudadanos eligieron a quienes ocuparán los 151 escaños de la Cámara de Representantes en los próximos tres años. El partido que obtiene la mayoría en este cuerpo legislativo es el encargado de formar gobierno y su líder se transforma en primer ministro.
Hasta ahora, el Partido Laborista habría obtenido 72 de los 76 escaños que necesita para obtener la mayoría absoluta, mientras que la coalición del Partido Liberal y el Partido Nacional tendrían 55. Todavía quedan por definir una decena de lugares, pero si los laboristas no llegan a los 76, deberán hacer pactos para gobernar.
La campaña electoral giró, en parte, en torno al alza del costo de vida en Australia, pero la lucha contra el cambio climático fue también protagonista. Los australianos vieron cómo su país fue arrasado en los últimos años por voraces incendios forestales, graves inundaciones y desoladoras sequías.
En este contexto, los laboristas se comprometieron a impulsar políticas de defensa del medioambiente, algo que el actual Gobierno conservador no pudo hacer, puesto que no solo fueron escasas en sus nueve años en el poder, sino que incluso disminuyeron algunos compromisos climáticos.
El discurso del ganador
Anthony Albanese agradeció a quienes habían votado por él, pero aseguró que gobernará para todos los australianos y que buscará la unidad del país. La crisis climática y su abordaje fueron uno de los principales puntos de su primer discurso como vencedor.
“Juntos podemos terminar las guerras climáticas. Juntos podemos aprovechar las ventajas de las oportunidades que tiene Australia de ser una superpotencia en energías renovables. Juntos, con las empresas y sindicatos, podemos trabajar para impulsar la productividad y aumentar los salarios y los beneficios”, aseveró y sentenció: “Quiero una economía que sirva a la gente, no al revés”.