Los talibanes no volvieron distintos: todas las mujeres deberán taparse completamente sin excepción

Los talibanes confirmaron hoy que no piensan cumplir con las promesas de haber “cambiado” en estos últimos 20 años, entre ellas, que respetarían los derechos de las mujeres. A partir de ahora, absolutamente todas las ciudadanas de Afganistán deberán taparse de pies a cabeza.

"A pesar de que el 99 % de las mujeres afganas ya usan hijab, el resto también debería usarlo y no hay excusa para ellas", anunció el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención, uno de los emblemas del movimiento islamista radical. A pesar de que el hijab se refiere al velo islámico de manera general, los talibanes aclararon específicamente a qué se referían.

Todas las mujeres tienen que usar prendas que cubran todo el cuerpo y, en este sentido, “el burka (que solo tiene una rejilla a la altura de los ojos) es la mejor versión”. Es decir, los talibanes vuelven a implantar como regla uno de sus símbolos más opresivos.

En la orden publicada hoy se establece que las mujeres que trabajen en las distintas oficinas del “Emirato Islámico” (como los talibanes autodenominan a su gobierno) y no usen esta vestimenta serán despedidas. Asimismo, “si la hija o esposa de un trabajador/funcionario del gobierno no lo usa” este será suspendido.

Por otro lado, si las afganas no siguen la nueva disposición, las fuerzas de seguridad lo informarán y, en caso de reincidencia, castigarán al hombre que fuere responsable de ella.

Para la activista social afgana Yalda Parwani, esta nueva medida está dirigida a los militantes que lucharon contra las fuerzas occidentales en las últimas dos décadas. "Es una forma de convencer a sus combatientes de que están haciendo un gobierno islámico en Afganistán como se les prometió durante la guerra de los últimos 20 años", indicó en entrevista con Efe.

"El hijab es nuestra felicidad y orgullo como mujeres musulmanas, pero el gobierno talibán simplemente nos impone que usemos su código de vestimenta específico para nosotras", sentenció.

Falsas promesas

Cuando el 15 de agosto de 2021 los talibanes tomaron Kabul, la capital afgana, y con ella el control del país, aseguraron que llevarían adelante un gobierno respetuoso con los derechos de las mujeres. A diferencia del régimen que llevaron adelante entre 1996 y 2001, se les permitiría estudiar y trabajar.

A lo largo de los meses, sin embargo, las mujeres se encontraron con más y más escollos. El último llegó en marzo pasado cuando las estudiantes secundarias de Afganistán acudieron, por fin, a la escuela para el reinicio de sus actividades, pero los talibanes cancelaron súbitamente las clases para ellas unas horas después de comenzar.