Japón

Había desaparecido por completo de Japón, pero ahora este pájaro renace de sus cenizas

La historia de reintroducción de esta especie mezcla la diplomacia y el compromiso de toda una isla.
miércoles, 22 de junio de 2022 · 03:00

En un mundo en el que una de cada ocho especies de aves está en peligro, en Japón se alza un caso de éxito de reintroducción como un soplo de esperanza. El pájaro Toki prospera en la isla de Sado de donde había desaparecido hace tan solo 20 años. Hoy, hay 500 ejemplares.

En algunas zonas de la isla de Sado, en el noroeste del país asiático, son decenas los Toki —también llamados Ibis crespado japonés- los que se ven mientras sobrevuelan los campos, algo impensado cuando murió la última ave en 2003. Ahora, no solamente atraen a turistas de todo Japón, sino que además son casi “parte de la familia” de los isleños.

La ubicación de la isla de Sado.

 

Una historia de éxito

El último ejemplar de Toki, una hembra de 36 años, murió en el año 2003 después de años de intentos infructuosos de aparearla con el último macho de esta isla de Japón el cual murió ocho años antes. La desaparición de la especie causó un gran escándalo en territorio nipón, porque intentaba protegerse desde hacía años.

Hasta 1868 existieron leyes que prohibían la caza de este animal, preciado por sus atractivas plumas de color rosa pálido y los supuestos beneficios medicinales de su carne. No obstante, desde ese entonces, todo cambió. Recién en 1930 se declaró como una especie protegida, pero ya era tarde, solamente quedaban unas pocas decenas de Tokis en Japón.

El Toki anida en árboles altos.

La situación de esta especie no mejoró cuando a mediados del siglo XX comenzó a hacerse extensivo el uso de pesticidas y fertilizantes que mermaron todavía más la cantidad de estas aves que se alimentan de los pequeños cangrejos, ranas e insectos que viven en los arrozales.

Para 1981, quedaban solo cinco en la isla de Sado. Las autoridades intentaron ponerlos en cautiverio, pero las aves se rehusaron a reproducirse así. Fue entonces que China llegó al rescate. El gigante asiático tuvo una exitosa campaña de protección de esta especie y, en 1999, Pekín regaló a Tokio una pareja de Toki.

Hoy, en China hay 4.500 ejemplares de Toki en libertad.

Los años siguientes llegaron más aves desde China y pronto fueron suficientes para ponerlos en libertad en la isla de Sado, después de un período de “entrenamiento” para que aprendieran a vivir en libertad. No obstante, el renacimiento de los Toki en la isla no fue fácil. Primero, hubo que convencer a los agricultores de que utilizaran la mitad de los químicos en sus campos de arroz.

Frente a la reticencia de algunos, las autoridades tomaron cartas en el asunto: dejaron de comprar el arroz de los que se negaran a plegarse a las disposiciones y premiaron con el sello “vivir con el Toki” a quienes sí lo hicieron. Ahora, cada año, se suelta una veintena de Tokis y, de a poco, el ave vuelve a poblar la isla.