El cielo de la Antártida se ve increíble seis meses después de la erupción en Tonga: las fotos

Los investigadores de una base de Nueva Zelanda en la Antártida fueron testigos de un espectáculo único. El cielo se tiñó de rosas, naranjas y violetas profundos, en medio del invierno, a causa de los restos de la erupción volcánica en Tonga a principios de este año, los cuales todavía andan dispersos en la estratosfera.

“Usualmente, en el medio del invierno, en la Antártida está continuamente oscuro, excepto por el leve “crepúsculo náutico” alrededor del mediodía, que significa que el horizonte es apenas visible bajo buenas condiciones”, indicó Stuart Shaw, un científico que trabaja en la Base Scott, en el continente blanco, y quien capturó las increíbles imágenes.

“Pero, este año, tuvimos un show bastante impresionante, que hizo que la mayor parte del personal de la base agarrase sus camperas y corriera hacia afuera con las cámaras para mirar los asombrosos colores”, indicó el investigador de la Antártida y agregó: “Créanlo o no, no edité los colores, eran así cuando los vimos. Es increíble”.

Efectos de la erupción

Un radar láser mostró que hay una gran cantidad de aerosoles (partículas suspendidas) en la estratosfera sobre la Antártida que no estaban allí antes de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai el 15 de enero, y estos son los que provocaron el increíble efecto en el cielo del continente más austral del mundo.

“Los aerosoles estratosféricos pueden circular en el planeta por meses después de una erupción volcánica, dispersando y desviando la luz mientras el sol se pone o se eleva desde el horizonte, creando un resplandor en el cielo con matices rosas, azules, púrpuras y violetas”, explicó Nava Fedaeff, del Instituto Nacional de Aguas y la Atmósfera de Nueva Zelanda.