Bebés
Descubren que la forma con la que se habla a los bebés no distingue fronteras
Se espera que estos hallazgos puedan aportar al conocimiento de la evolución del habla.Un equipo de científicos estadounidenses halló que el tono y la manera de hablar de los adultos a los bebés prácticamente no varía en el mundo, de acuerdo con los resultados que arrojó el estudio que realizaron al tomar ejemplos de una veintena de culturas de todo el mundo.
La investigación sobre el “habla infantil”, esa entonación cantarina y aguda que los adultos utilizan comúnmente para comunicarse con los bebés, recopiló 1.615 grabaciones del habla y el canto de 21 culturas, tanto urbanas como rurales, en las que se oía a adultos dirigirse a sus pares y a los más pequeños.
Los resultados
“Las grabaciones documentaron vocalizaciones en 18 idiomas de 12 familias lingüísticas y representan a sociedades ubicadas en seis continentes, con diferentes grados de aislamiento de los medios globales, incluyendo cuatro sociedades pequeñas que no tienen acceso a televisión, radio ni internet y, en consecuencia, tienen una exposición muy limitada al lenguaje y la música de otras sociedades”, indica el estudio sobre el habla a los bebés publicado en Nature Human Behaviour.
Al analizar los resultados se verificó que los rasgos acústicos diferían consistentemente cuando un adulto se dirigía a un par que cuando se dirigía a un infante: “En el habla (de una misma persona), a lo largo de la mayoría de las sociedades, cuando el discurso estaba dirigido a los bebés se caracterizaba por un tono más agudo, un mayor rango tonal y con un mayor contraste en las vocales que cuando era dirigido a un adulto”.
Para corroborar estos hallazgos, los investigadores luego reprodujeron las grabaciones a 51.065 personas, de 187 países diferentes, que hablaban una enorme variedad de lenguajes, para que señalaran a quién estaba dirigido el habla. Los sujetos del experimento pudieron decir correctamente cuándo la grabación correspondía a un discurso dirigido a un bebé o a un adulto.
“Los resultados sugieren que alteramos nuestras vocalizaciones hacia los infantes en una manera que es consistente y ampliamente reconocible a lo largo de las culturas y que esto puede tener alguna función común”, apunta la investigación. Por ello, los científicos esperan que su estudio aporte conocimiento para entender más acerca de la evolución del habla humana.