Joe Biden declaró a Kentucky como zona de desastre: las inundaciones ya dejaron 16 fallecidos

El este del estado de Kentucky, Estados Unidos, fue arrasado en los últimos días por inundaciones tan devastadoras que marcaron récords. Cientos de casas en una de las zonas más pobres del país quedaron bajo el agua y, hasta ahora, se lamentan 16 víctimas.

No obstante, el gobernador de Kentucky, Andy Beshear adelantó que los fallecidos podrían duplicarse mientras continúan las tareas de rescate en la zona afectada. A nivel federal, en tanto, el presidente Joe Biden declaró a este estado de la región sur de Estados Unidos como “zona de desastre mayor”.

Esta declaración permitirá que fondos federales se deriven a los gobiernos locales de Kentucky y a organizaciones de la sociedad civil para hacer frente a la emergencia provocada por las tormentas, las inundaciones y los aludes que comenzaron el pasado 26 de julio.

El desastre

Las lluvias torrenciales, que azotaron el este de Kentucky a principios de esta semana, hicieron que los arroyos que rodean los condados afectados crecieran y que agua y barro cayera desde las laderas de la montaña. Los ríos de agua marrón se precipitaron de lleno sobre los pueblos, sobre las rutas y los puentes, las calles y las casas. Un tramo del río Kentucky, por ejemplo, alcanzó una altura de 13 metros, un récord total.

Las tareas de rescate no son nada sencillas debido a la dificultad de llegar hasta las personas que necesitan ayuda, más todavía cuando las condiciones meteorológicas no mejoran y el agua, en muchas zonas, aún no comenzó a bajar. Ayer, se hicieron 50 rescates aéreos y cientos de rescates acuáticos según las autoridades de este estado,

Hoy, estos trabajos continúan porque hay más personas que necesitan ayuda, aunque el número exacto de desaparecidos y atrapados se desconoce debido a que las líneas eléctricas y de telefonía móvil se cayeron en muchos lugares.

Las inundaciones no solamente afectaron al estado gobernado por Beshear, sino que también dañaron algunas partes del oeste de Virginia y del sur de West Virginia, una región donde la pobreza ya es de por sí endémica.

“Hay cientos de familias que perdieron todo y muchas de estas familias no tenían mucho para empezar, y por eso duele todavía más”, indicó el gobernador y agregó: “Pero estaremos presentes para ellos”. Se estima que reconstruir todo lo dañado en esta zona empobrecida tardará alrededor de un año.