El papa Francisco reconoció que debe bajar el ritmo de sus viajes o “hacerse a un lado”

El papa Francisco regresó a Roma después de seis días en territorio canadiense donde, en diversos encuentros con las comunidades indígenas, pidió perdón por el rol que jugó la Iglesia Católica en la aniquilación cultural de los pueblos nativos a través de las escuelas residenciales. En el viaje de regreso, no obstante, hizo un balance del esfuerzo físico que significó esta visita.

El líder religioso de 85 años tiene problemas de rodilla que no lo dejan estar de pie durante mucho tiempo, por lo que, a diferencia de otros viajes, se lo vio casi continuamente en silla de ruedas. En otros momentos, el papa Francisco estaba visiblemente cansado.

"No creo que pueda mantener el mismo ritmo de viajes que antes”, reconoció el papa Francisco y continuó: “Creo que, a mi edad, y con estas limitaciones, tengo que guardar un poco mis fuerzas para poder servir a la Iglesia, o por el contrario pensar en la posibilidad de hacerme a un lado".

Desde su punto de vista, una resolución como esa no sería nada del otro mundo. "Honestamente no es una catástrofe. Se puede cambiar de papa. Se puede cambiar. No es un problema", aseveró el pontífice. Sin ir más lejos, su predecesor, Benedicto XVI renunció al papado en 2013 al asegurar que le faltaban las fuerzas.

Viajes futuros

Así y todo, aclaró que, aunque la renuncia es una de las opciones, todavía no pensó en llevarla adelante. “No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello”, señaló el papa Francisco a los periodistas que lo acompañaban en el vuelo de regreso.

Todavía queda por saber qué pasará con los viajes que están programados o pensados para este año y el que viene. Mientras que confirmó que podrá estar en Kazajistán el 14 y 15 de septiembre para el congreso de religiones porque “es un viaje tranquilo”, no se sabe qué ocurrirá con su posible visita a Ucrania, adonde quiere ir. "Veremos lo que me encuentro cuando llegue a casa", indicó, al hacer referencia a la planificación del viaje.

El papa Francisco aseveró que intentará continuar con sus viajes porque, según dijo, son una manera de estar cerca de la gente y son un modo de “servir”. No obstante, quedarán pendientes para el año que viene, si se puede, los dos viajes pensados para el continente africano: Sudán del Sur y República Democrática del Congo.