Nepal

Una buena y una mala: la población de tigres se triplicó en Nepal, pero aumentaron los ataques

El país asiático se había comprometido en 2010 a fomentar el crecimiento de la cantidad de tigres salvajes.
sábado, 30 de julio de 2022 · 03:00

El Gobierno de Nepal está orgulloso y tiene motivos para estarlo. Con su empuje, la población de tigres salvajes casi se triplicó en 12 años. Sin embargo, el nuevo y esperanzador escenario para esta especie que se aleja cada día más de la extinción trae aparejados nuevos desafíos.

“Hemos logrado un objetivo ambicioso, que nos alegra a todos los implicados en la conservación de los tigres", aseveró el primer ministro de Nepal, Sher Bahadur Deuba, durante la presentación del informe en Katmandú, la capital del país asiático.

Un cachorro de tigre es captado por una de las miles de cámaras dispuestas en el sur de Nepal.

Nepal se había comprometido en 2010, junto con otros 12 países, a duplicar la población de tigres salvajes para 2022. El país del Himalaya fue el único que cumplió, e incluso superó, dicha meta. De acuerdo a los datos presentados hoy, actualmente hay 355 tigres en territorio nepalí, frente a los 121 que había en 2009.

En el año 2010 se había alcanzado un mínimo histórico de tigres salvajes a nivel mundial: tan solo quedaban 3.200 ejemplares, cuando a principios del siglo XX había habido 100 mil. La pérdida de hábitat por la invasión humana y la caza furtiva por su espectacular pelaje estuvieron detrás de este declive. Esta vez, la piel de los tigres, que es única en cada animal, sirvió para reconocer a los 355 que viven en Nepal.

El tigre de bengala es la subespecie de tigre más numerosa.

 

Un nuevo problema

Las poblaciones de las llanuras del sur de Nepal, donde habitan estos majestuosos animales, sufrieron, no obstante, un daño colateral de los esfuerzos de conservación. Solo el año pasado, 16 personas murieron debido a ataques de tigre, de acuerdo a datos del Gobierno. Lo que sucede es que las personas se encuentran frente a frente con estos animales con más frecuencia que antes.

“La gente se termina topando con los tigres mucho más seguido, algo que resulta en encuentros accidentales, donde tigres se sobresaltan cuando están descansando y responden atacando”, explicó Mayukh Chatterjee, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Un tigre camina cerca de las afueras de un pueblo en Nepal.

“Nuestros datos muestran que alrededor del 80% de los ataques son resultado de encuentros accidentales donde los tigres fueron molestados o de animales más jóvenes que confundieron a los humanos con presas. Los casos en los que se devoran a las personas rondan el 1%", agregó.

Por ello, ahora, el país necesita avanzar hacia otros desafíos, como indicó Ghana Gurung, representante en Nepal del Fondo Mundial para la Naturaleza, a la agencia AFP: “El reto ahora es gestionarlo y gestionar el conflicto tigre-humano. Es necesario que adoptemos un enfoque integrado para minimizar los problemas".