La nieve de los Alpes en uno de los observatorios más altos del mundo se derrite demasiado rápido

Los científicos del observatorio Sonnblick, en los Alpes austríacos, están impactados: la nieve alrededor de las instalaciones está a punto de desaparecer. El derretimiento anticipado confirma una tendencia que se observa cada vez más en medio del aumento de las temperaturas.

Este observatorio, uno de los más altos del mundo, se ubica en la región central de la cordillera europea, a 3.106 metros sobre el nivel del mar. Algunos picos en esta zona de los Alpes se mantienen nevados incluso durante el verano boreal, como se vio algunos años, pero, este verano la nieve se derrite a una velocidad jamás registrada.

“La profundidad de la nieve fue hoy de 3 centímetros. Estimo que desaparecerá completamente hoy o mañana”, vaticinó el climatólogo Alexander Orlik, quien trabaja en este observatorio en los Alpes, y continuó: “No es usual que la nieve se derrita por completo. Algunos años, la capa de nieve se mantiene durante todo el verano, pero nunca desapareció antes de agosto”.

El récord anterior había sido el 13 de agosto, tanto en 1963 como en 2003. Ahora, la nieve se esfumaría más de un mes antes en esta zona de la cadena motañosa. Este resultado se veía venir en junio.

“El 30 de junio la capa de nieve en el observatorio Sonnblick era de 39 centímetros. El mínimo anterior en junio había sido de 120 centímetros en 1942”, detalló Orlik y añadió más datos para ilustrar lo raro de este fenómeno: “En promedio, hay 307 centímetros de nieve al final del mes. El año pasado, el mínimo de nieve en junio fue de 362 centímetros”.

Consecuencias trágicas de esta tendencia

El clima de crecientes temperaturas en Europa, continente que también sufrió una serie de tempranas y abrasantes olas de calor, hace que la nieve y el hielo que cubre los picos de los Alpes se derrita a una velocidad inusual. A esto se le suma la escasez de precipitaciones durante el invierno, necesarias para alimentar el hielo en los picos.

Fuente: (Meteored).

El último ejemplo de los resultados trágicos que puede tener el debilitamiento del hielo se vivió el domingo, cuando se desprendió parte de un glaciar en los Alpes italianos y sepultó a varios montañistas que ascendían hacia la cumbre de la montaña Marmolada. Hasta ahora, los muertos ascienden a 7 y hay 8 desaparecidos, sin esperanzas de encontrarlos con vida.