Talibanes

Los talibanes desenterraron el vehículo con el que su líder huyó de la invasión de Estados Unidos

Hace más de 20 años, el mulá Mohammad Omar, fundador del movimiento, escapó de los bombardeos estadounidenses.
jueves, 7 de julio de 2022 · 22:30

Los talibanes publicaron imágenes de la excavación del Toyota blanco que utilizó el fundador de su movimiento y líder histórico, el mulá Mohammad Omar, para huir de los bombardeos de Estados Unidos en 2001. El auto había sido enterrado intencionalmente en la provincia de Zabul, en el este de Afganistán, para evitar que fuese destruido.

Las imágenes dadas a conocer por el movimiento islamista radical muestran el auto cubierto con un plástico parcialmente desenterrado y a algunos talibanes con picos y palas. De acuerdo con el director de información y cultura de Zabul Rahmatullah Hammad, el rodado “está en buen estado, solo la parte delantera está un poco dañada”.

El desentierro del automóvil.

Los talibanes planean exponerlo a partir de ahora en el museo nacional de Kabul como prueba del “gran momento histórico” que protagonizó el mulá Omar.

 

Ascenso y caída del mulá

El grupo islamista radical fue conformado en la provincia de Kandahar por el mulá Mohammad Omar, quien lideró a los talibanes en la sangrienta guerra civil que terminó con la toma del poder por parte de este movimiento en 1996. Tras su ascenso, impusieron una interpretación radical de la sharía (ley islámica) en todo Afganistán.

La imagen del mulá Omar dada a conocer en su momento por las autoridades estadounidenses.

Su todopoderoso gobierno llegó a su fin en el año 2001. Lo que sucedió fue que, tras el atentado a las Torres Gemelas, Estados Unidos sospechaba que Osama Bin Laden, el entonces líder de Al Qaeda, se escondía en Afganistán. Cuando los talibanes se rehusaron a entregarlo, Washington invadió el país.

Cuando las fuerzas estadounidenses tomaron el control de Kabul, la capital, la mayor parte del liderazgo talibán se rindió. Omar huyó de Kandahar a Zabul (donde luego se enterró el auto) y permaneció en la clandestinidad hasta su muerte en 2013. Estados Unidos nunca pudo encontrarlo a pesar de que había una recompensa de 10 millones de dólares para quien lo entregara.