La Policía de Brasil detuvo al sospechoso de mandar a matar a Phillips y Pereira en la Amazonía

La Policía Federal de Brasil informó a la prensa que había detenido al sospechoso de ordenar el homicidio del periodista británico Dom Phillips y del indigenista brasileño Bruno Pereira en el Valle del Javarí, en la Amazonía.

Las autoridades del país vecino indicaron que el ciudadano peruano Rubens Villar Coelho, conocido como “Colombia”, fue arrestado en la ciudad de Tabatinga (estado de Amazonas, norte de Brasil) por uso de documentos falsos. Al ser aprehendido, el sospechoso negó todo vínculo con lo ocurrido a principios de junio.

No obstante, una de las líneas de investigación que sigue la Policía Federal de Brasil es que este hombre, quien sería un traficante, compra pescado ilegal en la región y sería quien mandó a matar a Phillips y Pereira. Según el medio Metropoles, Coelho habría tenido en la mira a Pereira porque el indigenista llegó a capturar barcos y pescados que pertenecían a la banda criminal que lideraba.

Lo que sucede es que la pesca ilegal de pirarucús (un pez gigantesco que está protegido en la zona) y de tracajás (una especie de tortuga común de la Amazonía) es solo un medio para lavar dinero del negocio del narcotráfico. Coelho estaría al frente de uno de estos grupos criminales y los detenidos por las muertes de Phillips y Dom serían sus “empleados”.

Debido a que la pena por el uso de documentos falsos es superior a cuatro años en el país liderado por Jair Bolsonaro, el sospechoso no puede quedar libre bajo fianza, por lo que las autoridades pedirán su prisión temporal para profundizar las indagaciones sobre esta hipótesis.

Recuento del caso

Phillips y Pereira fueron asesinados cuando retornaban de un viaje por el Valle del Javarí. El periodista británico buscaba testimonios para un libro que estaba escribiendo sobre la sustentabilidad de la Amazonía y había encontrado en el indigenista un compañero de ruta inigualable.

Pereira había dedicado toda su carrera a la defensa de las comunidades indígenas que viven en esta remota región de Brasil fronteriza con Perú y con Colombia. Era, incluso, una de las personas más entendidas del país en lo que se refiere a los pueblos indígenas no contactados. Era respetado por los nativos de la zona y participaba en la fiscalización de estos territorios frente a las actividades ilegales.

En el viaje de regreso, mientras navegaban por las serpenteantes aguas del río Itaquaí, fueron interceptados por hombres ligados a la pesca ilegal, quienes los asesinaron y enterraron sus cuerpos. Su barco fue hundido y sus pertenencias esparcidas por distintos lugares. No obstante, la asociación indígena de la región siempre aseguró que los homicidas no habían actuado solos y que eran parte de un entramado más turbio.