París
Estalló el verano en París: la capital francesa reabrió sus “playas” en el Sena
Una nueva ola de calor llegará la semana que viene a la capital francesa.
El verano en Paris, la capital francesa, se vislumbra caluroso. Por ello, el municipio puso manos a la obra, una vez más, para intentar dar un alivio a los residentes y a los turistas que visiten la ciudad. Hasta el 21 de agosto estarán abiertas las “playas” y tendrán lugar diversas actividades para pasar las semanas más agobiantes.
La alcaldesa de la capital de Francia, Anne Hidalgo, inauguró la vigésima edición de las “playas” de París, una tradición que estuvo cancelada o reducida en los dos últimos años a causa de la pandemia de coronavirus.
La iniciativa comenzó hace años con el cierre para los automóviles en las calles a orillas del Sena, el río que atraviesa París, pero con el correr del tiempo las actividades e instalaciones dispuestas para pasar el verano en la emblemática ciudad francesa se potenciaron.
Un alivio para el calor
En esta ocasión, los parisinos que no puedan ir de vacaciones de verano o los turistas que visiten la urbe podrán disfrutar de reposeras y sombrillas a orillas del Sena y en el canal del Bassin de la Villette. También habrá seis zonas de baño provisionales en varios puntos de la ciudad.
La ciudad contará con instalaciones para practicar deportes acuáticos —como stand up paddle, iniciación a la navegación a vela y canoa, entre otros— y actividades terrestres, como escalada, talleres de taichi, pilates o yoga, y gimnasios al aire libre. También habrá locales gastronómicos y una mayor vegetación, además de atomizadores de agua para refrescar a los transeúntes.
Asimismo, París tendrá, durante estas semanas, dos zonas de exposiciones al aire libre, donde se proyectarán películas italianas en el marco del festival de cine “Dolce Vita en el Sena”. No serán pocos los locales y turistas que aprovechen la oferta: la semana que viene una nueva ola de calor afectará a la ciudad, con temperaturas máximas de hasta 36 grados, algo a lo que París no está acostumbrada ni para lo que está preparada.
