Brasil

El corazón del primer emperador de Brasil llegó al país para celebrar los 200 años de independencia

Mañana, Jair Bolsonaro encabezará una ceremonia de bienvenida para los restos de Pedro I.
lunes, 22 de agosto de 2022 · 11:55

Portugal y Brasil comparten un corazón y no en el sentido metafórico. A pedido del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y tras ser aprobado por las autoridades de la ciudad portuguesa de Oporto, el corazón del emperador Pedro I de Brasil y IV de Portugal llegó hoy a Brasilia.

El avión de la Fuerza Aérea brasileña con los restos del primer emperador de Brasil aterrizó en la capital alrededor de las 10:00 horas. Media hora después, el corazón fue trasladado en una “operación silenciosa” al Palacio de Itamaraty (la sede de la Cancillería), donde será exhibido hasta el 5 de septiembre. Dos días después, el 7, tendrá un papel protagónico en los festejos del bicentenario de la independencia del país vecino.

El aterrizaje del avión de la Fuerza Aérea que trasladaba el corazón de Pedro I.

Mañana, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezará una ceremonia de bienvenida para los restos del antiguo jefe de Estado, que ya hoy fueron recibidos con honores. El corazón permanecerá en el país hasta el 8 de septiembre y volverá a Portugal.

 

Los (no) festejos del bicentenario

El 7 de septiembre, el gigante sudamericano celebrará 200 años de independencia. Sin embargo, a diferencia de los demás países de la región al cumplir sus bicentenarios, el Gobierno de Brasil no programó grandes festejos populares, pues, las celebraciones generan cierto nerviosismo en parte de la clase política y de la población.

El corazón es llevado al Palacio de Itamaraty.

Por lo pronto, se sabe que el mandatario ultraderechista participará de un desfile militar en Brasilia, durante la mañana del Día de la Independencia. No obstante, se desconoce la agenda completa para el resto de la jornada y tampoco se sabe exactamente cómo se incluirá al corazón de Pedro I en los festejos.

Algunos historiadores e intelectuales criticaron a las autoridades de Oporto por haber autorizado el viaje a Brasil de los restos de Pedro I, puesto que beneficiaría al discurso nacionalista y “patriótico” de Bolsonaro a menos de dos meses de las elecciones. Existe el temor que el día 7, como sucedió el año pasado, se realice una gran marcha de los simpatizantes del mandatario con consignas golpistas.

El corazón, conservado en formol, en una rara exhibición en Oporto.

 

Pedro I

A diferencia de la corona española que nunca vivió en América, la portuguesa trasladó durante un tiempo la capital de su reino a Brasil. Toda la corte lusa, encabezada por el entonces monarca Joao VI, se desplazó a Río de Janeiro para escapar de las tropas napoleónicas.

Tras el retorno del rey a Portugal, en 1821, Pedro fue nombrado príncipe regidor de Brasil. Sin embargo, al ver el contexto político y económico de la región, decidió romper los lazos con su padre y declarar la independencia el 7 de septiembre de 1822. Así, el país vecino se transformó en una monarquía independiente de la corona portuguesa, liderada por Don Pedro.

El estuche con las cinco llaves que abren el mausoleo en la Iglesia de la Virgen de Lapa, donde se conserva el corazón.

En 1831, no obstante, dejó el país y se volvió a su tierra natal para luchar en la guerra civil, donde se enfrentó a su hermano Miguel: Pedro defendía ideas liberales y constitucionalistas y Miguel, las antiguas ideas del absolutismo. El primero obtuvo la victoria. Se ve así que Pedro I de Brasil y IV de Portugal, quien murió en 1934, tiene un peso histórico para ambos países.

El monarca había pedido que su corazón fuera sepultado separado de su cuerpo y que descansara en Oporto, mientras que sus huesos quedarían en Lisboa. Este deseo se cumplió hasta hace 50 años, cuando el entonces Gobierno militar de Brasil pidió al régimen portugués los restos óseos de Don Pedro, para conmemorar los 150 años de independencia. Desde entonces, reposan en San Pablo.