China

China despotricó contra el esperado informe de la ONU sobre los uigures, que finalmente se publicó

El reporte del organismo ratifica las denuncias por violaciones a los derechos humanos que acarrea Pekín desde hace años.
jueves, 1 de septiembre de 2022 · 11:13

El Gobierno de China rechazó las conclusiones a las que llegó la oficina de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sobre la vulneración de los derechos de las minorías musulmanas en la región de Xinjiang.

"El supuesto informe crítico que usted mencionó está planeado y fabricado de primera mano por Estados Unidos y algunas fuerzas occidentales, es totalmente ilegal e inválido", respondió el vocero de la Cancillería del país asiático, Wang Wenbin, ante la pregunta de un periodista en rueda de prensa. Para Pekín, el reporte es un cúmulo de mentiras y “una herramienta política” de Occidente para controlar a China.

El vocero de la Cancillería china, Wang Wenbin.

En este sentido, el funcionario acusó a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de haberse convertido en “esbirro y cómplice” de Estados Unidos y Occidente. Como prueba de la furia que provocó el reporte en el Gobierno de Xi Jinping, China elaboró un informe de 122 páginas que se titula “Lucha contra el terrorismo y el extremismo en Xinjiang: verdades y hechos” y que fue publicado por la ONU junto a su documento (de 48 páginas).

 

Qué dice el informe de la ONU

El esperado reporte, que comenzó a elaborarse hace alrededor de un año, fue publicado a las 23:47 horas (hora local en Ginebra) del miércoles, 13 minutos antes de que terminara el mandato de Michelle Bachelet como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. "Dije que publicaría el informe antes de que acabara mi mandato y lo he hecho", indicó la exmandataria chilena.

Fuente: (Euronews).

En el documento se relata una serie de violaciones a los derechos humanos de la población uigur y otras minorías musulmanas en la región de Xinjiang. De esta manera, los autores del informe ponen el sello de la ONU a las denuncias de torturas, imposición de tratamientos médicos, malos tratos, agresiones sexuales y esterilizaciones forzadas que se perpetraron en centros de reclusión creados por el Gobierno.

Pekín siempre rechazó estas acusaciones. Por el contrario, sostiene que dichos centros son instituciones vocacionales de formación profesional que tienen por objetivo combatir tanto el extremismo religioso como el separatismo de esta región en el noroeste de China. No obstante, los investigadores de la ONU no opinan lo mismo.

Fuente: (El País).

"El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de uigures y miembros de otros grupos mayoritariamente musulmanes puede ser constitutivo de crímenes internacionales, en particular, crímenes contra la humanidad", indican las conclusiones del documento. No obstante, en el informe no se usó la palabra “genocidio”, término al que sí recurrieron Estados Unidos y algunas ONG.

Tras la publicación del informe, la ahora ex alta comisionada para los Derechos Humanos se expresó así en un comunicado: “Para ser honestos, la politización de estas graves cuestiones de derechos humanos por determinados Estados no ayudó". Bachelet aseguró que las presiones que habían recibido “provocaron que la tarea fuera más difícil” y apuntó que también habían afectado la posibilidad de que el documento pudiera tener un impacto real.

Fuente: (La Vanguardia).

Bachelet no dio detalles sobre a qué estados se refería, pero la semana pasada había aseverado que había tenido iguales presiones de los dos lados del asunto.

Por ejemplo, contó que había recibido una carta firmada por 40 países que pedían que el informe no viera la luz, pero también una enorme cantidad de cartas y peticiones que exigían su publicación. Por ello, llamó a la comunidad internacional a “no instrumentalizar cuestiones reales y graves de derechos humanos con fines políticos”.