Haití

Aumenta el caos en Haití: saqueos masivos y fuertes protestas contra el Gobierno

El presidente de República Dominicana pedirá ayuda internacional concreta.
sábado, 17 de septiembre de 2022 · 11:46

La crisis en Haití se profundiza cada día. Las fuertes manifestaciones contra el Gobierno del primer ministro Ariel Henry tienen a las calles del país envueltas en caos. Para peor, comenzaron a llevarse adelante masivos saqueos no solo en la capital, sino en distintas localidades del territorio e, incluso, en depósitos de organizaciones humanitarias, como el PMA (Programa Mundial de Alimentos) de Naciones Unidas.

El asalto al almacén del PMA tuvo lugar en la ciudad de Gonaïves, la tercera mayor de Haití. Allí había 1.400 toneladas de alimentos que estaban destinados a escuelas y a las familias y niños más vulnerables. "Es simplemente inaceptable. Se suponía que los alimentos saqueados darían de comer a casi 100 mil escolares hasta fin de año", informó Jean-Martin Bauer, director del PMA en el empobrecido país, en un comunicado.

Fuente: (EFE)

En la última semana, escenas de saqueos como este se vieron por todos lados: en los locales de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, en una universidad pública, en varias escuelas religiosas, en múltiples comercios, en las instalaciones de la Televisión Nacional de Haití, en una oficina del Archivo Nacional, en una sucursal bancaria y en edificios de entidades públicas, entre otros. Muchos de ellos, también fueron vandalizados o incendiados.

Varias embajadas en territorio haitiano —como las de República Dominicana, Canadá, México y España— cerraron sus puertas al público hasta nuevo aviso por motivos de seguridad. Es que los manifestantes volvieron a volcarse a las calles, de manera cada vez más violenta, tras el anuncio de Henry de que aumentarían los precios de los combustibles porque el Gobierno ya no podía subsidiarlos.

Fuente: (Noticias Telemundo)

Mientras tanto, los bloqueos en las calles de Puerto Príncipe, con los ya cotidianos neumáticos envueltos en llamas, impiden el acceso al agua potable a miles de personas. Los habitantes de la capital del país caribeño deambulan por las calles con bidones en los brazos para conseguir agua en medio de la escasez, pero en los pocos centros de distribución que están abiertos solo los más tenaces y fuertes logran llevarse algo.

Haití se encuentra sumido en una crisis tan profunda y con tantas aristas que las autoridades parecen estar totalmente perdidas: nadie pareciera saber por dónde empezar. Existe una crisis humanitaria, porque más del 40% de la población padece inseguridad alimentaria y el 43% necesita ayuda humanitaria; una crisis institucional, más aún desde el asesinato del presidente Jovenel Moise el año pasado (desde entonces, no tienen presidente y el primer ministro es demasiado cuestionado), y una crisis de seguridad, puesto que las bandas criminales tomaron por asalto la capital.

El primer ministro Ariel Henry, cuya renuncia piden los manifestantes.

 

Ayuda extranjera

En medio de este desorden, que tiene por rehén a 11,4 millones de personas, hay una certeza: el país más pobre de América no puede salir solo de esta situación. En este contexto, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, anunció ayer que recurrirá a los organismos internacionales con el firme objetivo de pedir asistencia militar para su país vecino. Para ello, espera que Haití solicite formalmente esta ayuda extranjera.

El presidente dominicano, Luis Abinader.

"Nos vamos a reunir con las Naciones Unidas la semana próxima y queremos que la OEA también trabaje en coordinación con la ONU para organizar una ayuda especial militar para entrenar a la Policía haitiana y esperamos que el Gobierno haitiano solicite esa ayuda especial", indicó el mandatario dominicano en conferencia de prensa, donde enfatizó que este año su país había hecho presión en la comunidad internacional para poner a Haití en agenda.

Abinader está particularmente interesado en que se resuelva la crisis porque los haitianos huyen hacia República Dominicana (país con el que comparten la isla La Española) para escapar de la miseria. Mientras tanto, en el oeste de la isla, la violencia continúa apoderándose de las calles de un país tan roto que no ve una salida ni un camino para comenzar a construirla.