Pakistán

Continúan en aumento las víctimas fatales por el desastre sin precedentes en Pakistán

La catástrofe superó las capacidades del país asiático, que recibe en estos momentos ayuda internacional.
viernes, 2 de septiembre de 2022 · 22:30

Las autoridades de Pakistán elevaron a 1.200 (399 de los cuales son niños) la cantidad de personas fallecidas debido al desastre causado por las intensas lluvias monzónicas que azotan al país desde junio y que dejaron a un tercio del territorio bajo el agua.

"En las últimas 24 horas, 1.991 individuos varados han sido evacuados y 162,6 toneladas de artículos de socorro han sido distribuidos a personas afectadas. Hasta ahora, más de 50 mil personas han sido trasladadas a zonas más seguras", indicó el Ejército de Pakistán en un comunicado. Además, hasta la fecha, 3.600 habitantes del país asiático resultaron heridos, más de un millón de casas fueron parcial o totalmente arrasadas y pueblos enteros quedaron destruidos.

El antes y después de los campos en Pakistán tras las inundaciones.

El Gobierno de Pakistán asegura que 33 millones de personas fueron afectadas por las consecuencias del temporal, es decir 1 de cada 7 ciudadanos de este país de 220 millones de habitantes. Islamabad pidió ayuda internacional para poder asistir humanitariamente a las poblaciones afectadas y, hasta el momento, China, Arabia Saudita, Qatar, Turquía, Uzbekistán y Emiratos Árabes Unidos respondieron el llamado.

Estados Unidos, por su parte, anunció esta semana que donaría 30 millones de dólares en ayuda para las víctimas de las inundaciones. Asimismo, Naciones Unidas hizo un llamado para recaudar 160 millones de dólares. Sin embargo, más allá de la emergencia, Pakistán necesitará una fortuna para reconstruir el país, puesto que los daños se estiman en 10 mil millones de dólares.

Fuente: (EFE)

 

Vivir entre el barro

Hablar de miles de desplazados y millones de afectados puede llegar a desdibujar lo que sucede en el terreno, donde familias enteras perdieron todo y ahora tienen que sacar barro de las carpas improvisadas que les sirven de refugio temporal. Este es el caso de Hajira Bibi y su bebé, que todavía no tiene nombre porque tiene 11 días de vida y a los 4 días de haber nacido tuvo que irse de su casa junto a su madre y su familia.

Todavía recuperándose del parto, Bibi tuvo que dejar la casa en la que vive con su marido y sus otros hijos, porque llegaban advertencias de que el río Kabul estaba a punto de desbordarse. Con ayuda, pudo subir una cuesta empinada. Durante los primeros días durmieron todos en la intemperie y luego pudieron hacerse de una tienda de campaña.

Hajira Bibi y su bebé.

Actualmente, están a salvo de las inundaciones, pero hay otras amenazas latentes: las enfermedades. En el lugar donde se encuentran, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, no hay agua potable disponible. Los adultos, por ejemplo, no se bañan con agua limpia desde hace una semana y los niños chapotean en los mismos charcos donde los búfalos se bañan y orinan.

Algunos chicos tienen los ojos rojos y llorosos, algunos otros tienen fiebre y los mayores tienen llagas en las piernas y en los pies. A la bebé la bañan con toallas humedecidas con agua potable embotellada que consiguen en los puntos de donación, pero, para acceder a ellas, hay que caminar tres horas diarias. Esta es la situación de 33 millones de personas en Pakistán.