Afganistán

El costo de la censura talibana: Afganistán perdió mil millones por no dejar trabajar a las mujeres

El país asiático es uno de los más pobres del mundo y atraviesa, actualmente, una gran crisis humanitaria.
martes, 20 de septiembre de 2022 · 20:00

Estados Unidos calcula que la economía de Afganistán pierde mil millones de dólares al no dejar que las mujeres trabajen y participen en la vida pública. Así lo aseguró hoy el secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken, quien remarcó que la censura de las mujeres por parte de los talibanes va en contra de los propios intereses del país.

“Cuando a las mujeres se las excluye de la fuerza laboral, las sociedades pierden talento, pierden productividad porque se está excluyendo a la mitad de la población. Hoy, las mujeres podrían contribuir con mil millones de dólares a la economía de Afganistán, si tan solo se les permitiera", indicó el funcionario estadounidense, quien presentó hoy una iniciativa económica para ayudar a las mujeres del país asiático.

Antony Blinken, en la presentación de la iniciativa Alianza para la Resiliencia Económica de las Mujeres Afganas.

“Podrían proporcionar un salvavidas para las familias que enfrentan la pobreza, podrían ayudar a crear comunidades más estables y resistentes en un momento en que se necesitan desesperadamente en Afganistán”, continuó el encargado de la diplomacia de Washington.

La iniciativa, en la que participan la Universidad de Boston, una firma tecnológica estadounidense y la consultora Deloitte, busca asesorar de manera remota a las mujeres del empobrecido país acerca de distintas opciones profesionales, al facilitarles educación y ayudar a aquellas que tengan pequeños negocios.

El secretario de Estado estadounidense en la presentación de la iniciativa económica para las mujeres de Afganistán.

Afganistán es uno de los países más pobres del mundo y, antes de la llegada de los talibanes al poder en agosto 2021 y la salida de la comunidad internacional, gran parte de sus fondos derivaban de ayuda externa, que se cortó desde el año pasado.

Sin poder remontar económicamente, la mayor parte del país se hunde en la extrema pobreza y son incontables las historias que llegan desde Asia Central respecto a las medidas drásticas que toman las familias para sobrevivir.

Fuente: (DW)

 

Pan, trabajo y libertad

Entre 1996 y 2001, período del primer régimen talibán en Afganistán, las mujeres fueron barridas de la vida pública: ya no se les permitió estudiar ni trabajar. En los 20 años que siguieron, tras la invasión y ocupación internacional liderada por Estados Unidos, las mujeres ganaron estas libertades, algo que se vio, sobre todo, en las áreas urbanas del país.

Cuando en agosto del año pasado los talibanes volvieron a tomar por la fuerza el Estado afgano, las mujeres volvieron a ver sus derechos pisoteados, a pesar de que los islamistas radicales habían dicho que los respetarían. Al día de hoy, las escuelas secundarias para chicas continúan cerradas y se limitó la presencia de las mujeres en casi la totalidad de los ambientes laborales.

Una protesta de mujeres en Kabul, a mediados de agosto.

En este contexto, las afganas salieron en varias oportunidades a las calles para reclamar al régimen talibán “pan, trabajo y libertad”, pero fueron siempre reprimidas y sus demandas no fueron escuchadas. A lo largo y ancho del país,hay experimentos de resistencia, como clases clandestinas secundarias en escuelas primarias o bibliotecas escondidas en sótanos. Sin embargo, muchas mujeres afganas se sienten abandonadas por la comunidad internacional que las dejó a merced del "apartheid de género".