Puerto Rico
Puerto Rico no tiene respiro: tras el paso del huracán, llega el calor extremo con hasta 46°
Todavía hay áreas de la isla que continúan aisladas a causa de la tormenta.Las autoridades meteorológicas de Puerto Rico emitieron una alerta de calor extremo en el norte del territorio, que incluye a la capital, San Juan. El Gobierno pidió a la ciudadanía en general y a quienes se encuentran realizando tareas de respuesta tras el paso del huracán Fiona que tomen medidas para salvaguardar su salud.
Aunque la advertencia comprende particularmente a la zona norte de Puerto Rico, donde el termómetro alcanzará entre los 45° y los 46° Celsius (112 y 114 grados Fahrenheit), para el resto de las costas de la isla caribeña también rige un aviso por elevadas temperaturas.
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Las autoridades advirtieron que la humedad alta tras el huracán (y las inundaciones que provocó) y las temperaturas elevadas pueden crear una tormenta perfecta para que las personas padezcan un golpe de calor. Por ello, el Servicio Nacional de Meteorología en San Juan llamó a la población a mantenerse hidratada y a resguardarse del sol.
No obstante, alrededor del 36% de los habitantes de la isla no tiene servicio de agua desde el domingo, mientras que el 62% de la población sigue hoy sin electricidad desde que se produjo el apagón general por el paso del huracán Fiona
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Desastre Mayor
El Gobierno de Estados Unidos accedió al pedido del gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, y emitió ayer una Declaración de Desastre Mayor para el país insular, con el objetivo de dar una mayor respuesta frente a los desastres que dejó el huracán Fiona a principios de esta semana. Esta declaración permite activar ayudas económicas y de asistencia para los damnificados por la tormenta.
Fuente: (Euronews)
El huracán Fiona provocó inundaciones, incontables viviendas destruidas, postes de electricidad caídos y rutas destrozadas que dejaron áreas incomunicadas. Aún hoy, cuatro días después de la tormenta, las autoridades de este territorio estadounidense intentan atravesar el barro y el asfalto roto para poder llegar a cientos de personas que continúan aisladas y así alcanzarles alimento, medicamentos y agua.
Aún se desconoce la magnitud estimada de los daños provocados por la tormenta en Puerto Rico —que todavía no terminaba de recuperarse del paso del huracán María en 2017— y tampoco se tiene aún una cifra certera de las víctimas fatales, pero se estima que serían al menos una decena.