Sentenciaron a 13 años a un guardia británico que espiaba para los rusos

El gobierno del Reino Unido sentenció a 13 años de prisión a un guardia de seguridad que trabajaba en la embajada, que tiene la nación europea en Berlín, por haber realizado tareas de espionaje para Rusia. Se trata de David Smith, un hombre de 58 años que, según el juez de la causa, entregó papeles que podrían poner la seguridad del staff de ese edificio o los intereses británicos en riesgo.

Smith empezó a recolectar información desde el 2018, pero fue recién durante el 2020 cuando comenzó a enviarse misivas con miembros de la embajada rusa, entre las que se incluía la identidad de un diplomático del Reino Unido que había trabajado en la nación euroasiática, así como detalles de la vida de sus colegas.

La Policía comenzó a investigarlo en noviembre del 2020, luego de que una de sus cartas fueran rastreadas. Esto inició una operación encubierta en agosto del 2021, cuando dos personas de las fuerzas de seguridad británicas se hicieron pasar como un desertor ruso y un agente de inteligencia. De esta forma, los oficiales del Reino Unido lograron detenerlo y en su hogar encontraron una caja con documentos secretos y sensibles, como, por ejemplo, cartas entre el entonces primer ministro Boris Johnson y personas de su gabinete.

Originalmente, Smith confesó a los 8 cargos y afirmó que solo quería que la embajada “pase vergüenza”, debido a la mala relación que tenía con la nación isla. Sin embargo, una investigación más profunda demostró que recibía fondos de parte de Rusia, lo que demostraba un vínculo entre él y el gobierno de Putin. Por eso, se decidió que el exguardia de seguridad recibiría 13 años y dos meses de prisión por su accionar en contra del gobierno británico.

Los comentarios del juez

En una sentencia que fue televisada en los países que conforman el Reino Unido, el juez fue muy duro contra el hombre, quien indicó que era “completamente consciente que no debía copiar esos documentos y que al hacerlo ponía en riesgo a sus compañeros de trabajo y al propio país”.

“Estableciste contacto regular con alguien en la embajada rusa y ese fue el conducto por el cual el material obtenido de manera ilegal fue pasada”, expresó el juez y desestimó las expresiones de arrepentimiento de Smith como “autocompasión” porque falló en comprender que su accionar tenía “potenciales consecuencias catastróficas para el resto”.