El mayor certificador de crédito de carbono cambiará la forma en la que mide su impacto

Verra, el mayor certificador de créditos de carbono, cambiará la forma en la que mide su impacto a mediados del 2025, luego de que una investigación demostrara que el programa que usaban Disney, Shell, Gucci y varias otras compañías para ayudar al medioambiente no tenía la utilidad que prometía. De acuerdo con los datos que salieron a la luz, el 90% de sus reglas para la protección de selvas y junglas no representaba reducciones genuinas de este gas.

Este análisis demostró que, además algunas de las medidas, tenían fallas más grotescas e, incluso, hubo algunas denuncias de violaciones de Derechos Humanos cuando se evidenció que uno de sus proyectos en Perú, el cual estaba realizado junto con la ONG Conservación Internacional y el gobierno de la nación sudamericana, echó a personas de sus hogares a la fuerza. De esta forma, la empresa que debería reducir el carbono en la atmósfera está bajo el escrutinio del público.

Según se pudo saber, la mayor falla se presentó porque algunas afirmaciones que la compañía realizaba se generaron con base en predicciones pensadas en la ausencia de proyectos contra la deforestación. Muchas empresas podían permitirse aseverar que sus productos o servicios eran neutros en emisiones de carbono, cuando en la realidad no era así.

A pesar de que Verra todavía niega esos descubrimientos y afirma que están cometidos a la preservación de las selvas y los ambientes naturales, un alto rango de la compañía aseguró al periódico inglés que debían cambiar los métodos. Esto viene tras un incremento en la regulación de este tipo de compañías de la mano del Reino Unido, la Unión Europea y los Estados Unidos.

Modelo funcional, reglas flexibles

Aunque las reglas que utiliza fueron muy criticadas por la gente, dos de las personas encargadas de la creación de estas normas señalaron que están bien, pero su flexibilidad hace que sea necesario un cambio para poder asegurar que el espíritu que tienen sea el correcto y no se desvirtúe.

De acuerdo con Kyle Holland, el autor de esta metodología, “es tentador abusar de la flexibilidad de estos modelos”, mientras que, por su part,e Charlotte Streck, cofundadora de Climate Focus, la empresa detrás del equipo que creó la normativa, señaló que las determinaciones pueden malinterpretarse y explotarse, por lo cual es necesaria una modificación para que el sistema siga en pie.