Chernóbil

Lo que los científicos aprendieron de los "perros de Chernóbil"

Estos animales podrían ser la clave para el futuro de la humanidad y los mamíferos grandes.
martes, 7 de marzo de 2023 · 12:46

Un grupo de científicos descubrió que los perros que viven en las cercanías de Chernóbil poseen un ADN diferente al de sus pares, lo cual podría servir a futuro para poder comprender cómo la humanidad sobreviviría en condiciones donde la naturaleza se degradó. Hace varios años que muchos perros salvajes viven en la “zona de exclusión” alrededor de esta ciudad Ucraniana.

Actualmente Chernóbil está desierta.

Al menos 302 de estos animales viven cerca de la planta nuclear que estalló a finales de los 80, de los cuales hay varios que debido a los diferentes niveles de radiación con la que conviven tienen una composición genética diferente de los perros en el resto del mundo. “Tenemos la oportunidad dorada de poder ver cómo se sobrevive en un ambiente hostil por 15 generaciones”, afirmó la geneticista Elaine Ostrander del Instituto de Investigación del Genoma Humano sobre los perros de Chernóbil.

El accidente ocurrió el 26 de abril de 1986 cuando el reactor nuclear explotó, en el accidente de este tipo más grande en la historia de la humanidad. Muchas familias tuvieron que ser evacuadas y varias dejaron atrás a sus perros, los cuales con el paso del tiempo se esparcieron por la localidad de Chernóbil. Si bien varios de los animales viven en la planta atómica y sus inmediaciones también hay algunos que se encuentran a 15 kilómetros y a otros en zonas a 45 kilómetros.

Los "Perros de Chernóbil" son genéticamente diferentes a sus pares en el resto del mundo.

Algunos de los investigadores señalaron que por suerte, debido a lo peligroso que es la región cercana a la planta nuclear, no hay señales de la guerra que golpea a la nación europea desde hace más de un año, al menos no desde octubre del año pasado, la última vez que visitaron la zona. “A pesar de que son animales salvajes disfrutan mucho la interacción humana, en especial cuando hay comida de por medio”, señaló Tim Mosseau, profesor de ciencias biológicas de la universidad de Carolina del Sur.

 

Oportunidad dorada

La investigación de estos animales es muy importante debido a que durante varias generaciones lograron sobrevivir de manera natural en áreas con diferentes grados de contaminación, lo que ayuda a entender cómo la radiación podría afectar a los mamíferos grandes como los humanos.

Varias generaciones de estos animales nacieron desde 1986 cuando ocurrió el accidente.

Los científicos remarcaron que hay una gran variedad de estudios que se pueden realizar, especialmente relacionados en cómo los humanos y animales del futuro pueden sobrevivir en regiones del mundo que estén en “un asalto ambiental constante”.