Malestar en el Gobierno por las declaraciones de Carlos Raimundi en la OEA
Aseguran que "se tomó atribuciones que no le correspondían".
Las declaraciones del representante de la Argentina en la Organización de Estados Americanos, Carlos Raimundi, sobre el informe presentado por la ONU respecto al quebrantamiento de los derechos humanos en Venezuela, causaron malestar en el Gobierno Nacional.
Fuentes cercanas a la Casa Rosada aseguraron que Raimundi “se tomó atribuciones que no le correspondían”, lo que devino en la molestia del presidente Fernández y del Canciller Felipe Solá.
El funcionario argentino aseguró que el país caribeño sufre continuamente “un fuerte asedio internacional ligado al intervencionismo” y que la mirada de la Organización de las Naciones Unidas son “sesgadas”.
En este sentido, el Secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, afirmó que el organismo al que pertenece Raimundi “no tiene la competencia sobre el informe presentado por la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet”.
No estaba previsto en modo alguno que hubiese un pronunciamiento. Tampoco era el ámbito para que las delegaciones se pronunciaran sobre ese reporte.
De esta manera, las fuentes oficiales no descartan que el presidente Fernández pueda solicitar al internacionalista regresar a Buenos Aires inmediatamente, amonestándolo por "su accionar inconsulto", que puso en la lupa internacional a la Argentina.
El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Kevin O’Reilly calificó como “tristes” las opiniones del vocero argentino y acusó a quienes defienden a Maduro de “querer extinguir las voces democráticas”.
Por su parte, el presidente interino de Venezuela Juan Guaidó pidió explicaciones al Gobierno Nacional y cuestionó la relativización del “genocidio silencioso" que se fragua en su país a manos "del régimen de Nicolás Maduro”.
