Daniel Arroyo, sobre la economía post-cuarentena: "la salida tiene que ver con el trabajo"

Daniel Arroyo hizo un pronóstico referido a la situación social y alimentaria de la población Argentina luego de la pandemia de coronavirus. A su entender, se tratará de "una situación complicada", debido en gran parte a la inactividad que se necesita para cumplir el aislamiento.

El ministro de Desarrollo Social declaró para Radio Rivadavia que "es evidente que está aumentando la pobreza" y que debido a la parálisis productiva que afecta al mercado local e internacional, cuando el país supere la Fase 5 habrá muchas personas a las que "les va a costar reencontrarse con el trabajo".

Además, el Estado debió aumentar los gastos para evitar el incremento en los registros de emergencia alimentaria. "Estamos llegando a cinco mil comedores, y a 11 millones de personas que requieren ayuda del Gobierno", expresó el ministro. En este sentido, declaró que los solicitantes de este tipo de servicios aumentaron en un 40%.

En cuanto a las críticas a su cartera por las demoras en el cumplimiento de las promesas, Arroyo dijo que "la entrega de alimentos se está haciendo bien, aunque siempre hay cosas para ajustar". Respecto de este tema, resaltó el caso de Villa Azul y el Barrio José Luis Cabezas, donde se ha aislado a la población para impedir la propagación del virus.

Más adelante respondió sobre la situación de las comunidades originarias en este contexto. "El Estado Nacional tiene una deuda con las comunidades indígenas desde hace mucho tiempo", dijo el funcionario, en alusión a las denuncias de abandono a este sector de la población, y aseguró estar "en contacto permanente con los caciques".

Arroyo estableció respecto de la post-cuarentena que "la salida tiene que ver con el trabajo". De esta manera, le dio especial importancia a la construcción y a la producción de alimentos para pensar en la reactivación económica. Además, destacó que hay provincias "que ya se encuentran en el día después".

En relación con el problema laboral, el Gobierno está entrando en un conflicto con la Confederación General del Trabajo (CGT), debido a las discusiones sobre una de las modalidades más explotadas durante la cuarentena: el teletrabajo. Por un lado, la gestión de Alberto Fernández quiere llegar a una regulación consensuada, mientras que la cúpula sindical se opone.

Aparentemente, la central obrera dirigida por Héctor Daer y Carlos Acuña no estarían de acuerdo con oficializar medidas que hoy son extraordinarias. Sin embargo, a través del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, el planteo fue trasladado esta semana a la Cámara de Diputados.