En la búsqueda de Facundo Astudillo Castro encuentran sangre y comunicaciones desde el celular
El joven está desaparecido desde el 30 de abril.
La desaparición de Facundo Astudillo Castro sigue conmocionando a todo el país. Ahora, en medio de los intentos de dar con su paradero, los investigadores encontraron rastros de sangre en algunos vehículos y señales provenientes desde su celular.
De acuerdo a las pericias tecnológicas y científicas enviadas a la Fiscalía Federal de Bahía Blanca, los investigadores encontraron potenciales rastros hemáticos en algunos coches policiales y comunicaciones realizadas con el celular del joven el mismo 30 de abril.
La empresa de telefonía celular que usaba el muchacho de 22 años informó que dos antenas captaron señales de su teléfono el 30 de abril. Sin embargo, esto no significa que haya estado en Bahía Blanca, dado que los equipos recogen ondas de Villarino.
Asimismo, requisas hechas a dos patrulleros secuestrados de las comisarías de Mayor Buratovich y Teniente Origone ubicaron manchas compatibles con rastros de sangre. Sin embargo, para hacer aseveraciones, falta una confirmación química.
El mismo tipo de mancha fue hallada en un Chevrolet Corsa perteneciente a la oficial Siomara Ayelén Flores, una de las agentes investigadas por la desaparición de Astudillo Castro. El auto, que también fue secuestrado, presentaba marcas en el baúl.
A esto hay que sumarle otros rastros como colilla de cigarrillo, cabellos y otros elementos que se encontraron en la guantera de uno de los patrulleros y en el asiento trasero. La evidencia fue analizada en el Gabinete Científico de la Policía Federal Argentina (PFA).
En una entrevista con AM 750, Cristina Castro, madre de Facundo, aseguró estar “muy cansada” de “la burocracia” y cuestionó la actuación de la justicia en la búsqueda. “No tengo ganas de que me sigan mintiendo y me sigan dando vueltas, quiero saber la verdad y que esto se termine, quiero saber qué hicieron con mi hijo”, afirmó.
Acerca de los últimos hallazgos, la madre del muchacho consideró que no es un peritaje, porque el aparato no ha aparecido. “Yo sigo insistiendo lo mismo: es el teléfono y no mi hijo. Mi hijo sigue sin aparecer”, definió.
