El Mar Argentino, víctima nuevamente del extractivismo pesquero

Centenares de buques extranjeros colonizan nuevamente la milla 201 del Mar Argentino, el límite donde termina la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina. En dicha región marítima, la nación puede reclamar derechos respecto a la exploración y al uso de los recursos marinos, incluida la producción de energía.

A la espera de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) apruebe el informe técnico que presentó nuestro país para que se reconozca que la plataforma continental argentina, y por ende la ZEE, se extiende más allá de las 200 millas, naves chinas, coreanas, taiwanesas, españolas y portuguesas iluminan el Mar Argentino con el objetivo de llevarse principalmente calamar para vender en los mercados.

Según explicó a Infobae Juan Redini, presidente de la Cámara de Armadores Poteros Argentinos (CAPA), se estima que en los últimos diez días los buques extranjeros recolectaron unas 30.000 toneladas de calamar de nuestro mar epicontinental, mientras en un mes se llevan 90.000, y en dos meses 180.000. Semejante cifra supera todo lo que pescaron durante el año pasado los poteros argentinos.

“Los poteros acá somos 70 barcos, y vendemos a los mismos mercados. Si ellos (los buques extranjeros) pescan bien, los precios pueden caer de un rango de entre 2.700 y 3.000 dólares la tonelada por debajo de los 2.000 dólares. Y los costos nuestros son mucho más altos”, indicó Redini, quien explicó además que gran parte de los navíos extranjeros están subsidiados por sus Estados.

“Es una competencia totalmente desleal”, añadió el presidente de CAPA, quien estima que un buque extranjero gasta en promedio unos 6 mil dólares mensuales y, en cambio, un buque argentino para descargar 700 toneladas en puerto debe gastar unos $12 millones de dólares.

Por su parte, el director ejecutivo de la Organización para la Protección de los Recursos del Atlántico Sur (OPRAS), Eduardo Pucci, señaló en diálogo con el medio antes citado que, si bien la Ley 27.564 aumentó las penalizaciones para los buques extranjeros que pescan en la ZEE del Mar Argentino, la situación en la milla 201 es “agua de nadie”.

El director de OPRAS explicó que la cooperación con los navíos extranjeros está limitada por la controversia de las islas Malvinas y que por ello va a haber “efectos sobre el recurso y sobre la posibilidad de captura de la flota argentina, sobre los precios y sobre el mercado”.

El extractivismo extranjero no afecta solo a la industria del calamar, sino también al comercio de otras especies, ya que los peces no permanecen estáticos, sino que van migrando, por lo que se torna imprescindible regular la pesca en las zonas adyacentes a la ZZE. Esta medida no solo beneficiaría a la industria argentina, sino que protegería el ecosistema marítimo nacional.