"Los vagos que nunca laburaron": un diputado defendió la explotación infantil en sus redes

En el marco del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, el diputado provincial de Juntos por el Cambio, Luciano Bugallo, defendió la explotación infantil en el sector agropecuario porque él lo hacía de chico y con gusto junto a su familia.

A través de un hilo de Twitter, el legislador criticó una publicación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en Argentina (INTAA), en el que la entidad señalaba que “tres cuartas partes del trabajo infantil sucede en el sector agropecuario o en actividades rurales” y cuestionaba la “tolerancia social” de este tipo de explotación enmascarada bajo una “actividad familiar”.

Sin embargo, el diputado consideró que “los vagos que nunca laburaron” son quienes creen que “todo trabajo es explotación”. “En mi familia desde chicos todos mis hermanos trabajamos en el campo, esperábamos los fines de semana para ir al campo desde la madrugada junto a mi viejo, abuelo y el personal. Era lo mejor que nos podía pasar”, argumentó Bugallo.

“Manejar tractores, cortar pasto, operar el chimango, clasificar semillas, barrer galpones, cocinar, medir distancias para el matayuyo en la época que no había banderillero satelital, cargar la sembradora. Fue todo un gran aprendizaje”, detalló Bugallo, al romantizar el trabajo infantil.

“Nada de explotación. Puro verso ideológico”, lanzó el miembro de Juntos por el Cambio, quien agregó: “Explotación es pasar miseria, tener que salir a pedir comida, que el Gobierno te use con tus viejos para cortar calles”.

“Por supuesto que los chicos primero tienen que ir al colegio, jugar cuando quieran hacerlo”, continuó Bugallo un poco más consciente de lo que escribía. Sin embargo, el diputado provincial concluyó: “Aprender y formarse junto a sus padres en el campo es una experiencia que no se olvida nunca más en la vida, te da herramientas, te abre la cabeza y evita que caigas en manos de populistas”.

Las cifras del trabajo infantil y sus consecuencias

Según los datos recolectados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “1 de cada 10 niños, niñas y adolescentes de Argentina realiza al menos una actividad productiva. De acuerdo con una medición reciente, uno de cada dos NNyA que trabajan comenzó a hacerlo durante la pandemia. Otro estudio señala que casi 1 de cada 5 carece de cobertura de los sistemas de protección social. Además, en las zonas rurales del país el trabajo infantil se incrementa y alcanza a 2 de cada 10 niños y niñas de entre 5 y 15 años y representa al 43.5% de los adolescentes de entre 16 y 17 años”.

La OIT señala que el trabajo infantil es aquel que es perjudicial para la integridad física y psicológica del niño, son aquellas actividades que obstaculizan su escolaridad, negándoles la oportunidad de ser niños.